El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que la subida de impuestos supondrá unos ingresos de 15.000 millones de euros, el 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB), un incremento que, aseguró, no elevará la presión fiscal por encima de la que había en 2004. Zapatero, que realizó este anuncio en el Congreso español, no concretó qué figuras tributarias se elevarán.

A los 15.000 millones Zapatero sumó el recorte del gasto que prevén los Presupuestos de 2010, de 8.600 millones de euros. Zapatero defendió la subida fiscal no como una decisión «dogmática» sino en respuesta a la actual coyuntura, «para conseguir reducir el déficit y garantizar la protección social y las inversiones productivas».

En su análisis de la situación económica, admitió que «tardaremos en digerir las consecuencias» de esta crisis, y ésta sólo se superará cuando la recuperación se asiente y se vuelva a crear empleo de forma estable. Añadió que sa medida que se detecte esa recuperación e reducirán las medidas de estímulo. El pasado miércoles, el lehendakari, Patxi López, consideró que en la CAV resulta «compatible bajar un tipo de impuestos que permitan generar empleo, como el de Sociedades, y subir impuestos a las rentas más altas». Por su parte, el teniente de diputado general de Araba, Claudio Rodríguez, opinó que la posible subida de impuestos no tiene por qué trasladarse a la CAV de manera mimética. Por otro lado, Zapatero señaló que el Ejecutivo español está evaluando si recurrir o no ante el Supremo la resolución de la Junta Arbitral del Concierto Económico que obliga al Estado a devolver a la Hacienda alavesa 456 millones del IVA de los coches importados. Afirmó que «la Hacienda del Estado procura defender lo que puede entender que son sus intereses».