Con el objetivo de hacer frente a la crisis alimentaria y nutricional que vive Guatemala tras una intensa sequía que ha afectado a los principales cultivos, el presidente guatemalteco, Álvaro Colom, ha decretado el «estado de calamidad pública» en todo el ámbito nacional. Colom atribuyó la situación de insuficiencia de alimentos a la ineficacia de los gobiernos anteriores de Guatemala, incapaces de emprender políticas que garantizaran la seguridad alimentaria.

«Esta declaración nos permitirá nos permitirá tener acceso a recursos de la cooperación internacional que se ofrecen generosamente para este tipo de situaciones, así como movilizar recursos del presupuesto nacional con mayor agilidad», añadió Colom, quien calificó de «tragedia histórica» la situación.

Cientos de comunidades se han visto afectadas por la situación, principalmente los siete departamentos que integran el llamado Corredor Seco -Jalapa. El Progreso, Zacapa. Chiquimula, Jutiapa, Santa Rosa y Baja Verapaz-, en el este y noreste del país. Pero el jefe del Estado afirmó que las consecuencias de la insuficiencia alimentaria afectarán al conjunto del país.

Guatemala, precisó, «ha vivido con altos y vergonzosos índices de pobreza, extrema pobreza y desnutrición durante décadas, provocado por una larga historia de inequidad».

Esta situación, agravada por «las sequías derivadas del cambio climático» y por «los efectos de la crisis económica internacional» han sido, según Colom, «la causa de la crisis alimentaria y nutricional que el país está viviendo en la actualidad».

Más de 54.000 familias pobres, habitantes del Corredor Seco, han sido declaradas en estado crítico por la falta de alimentos para subsistir, debido a la pérdida de sus cosechas de maíz y frijoles, granos en los que la población basa su dieta. Otras 400.000 familias de esa zona corren el peligro de padecer una situación similar antes de que termine el año.

La medida adoptada faculta al Gobierno a agilizar la compra de alimentos e insumos de urgencia, sin necesidad de cumplir con los requisitos de licitación pública que manda la ley, para agilizar su entrega a las comunidades afectadas.

El programa mundial de alimentos (PMA) de Naciones Unidas inició ayer la distribución masiva de unas 20 toneladas de «galletas nutritivas» en las 164 comunidades más castigadas. Estas galletas complementarán las bolsas de alimentos básicos que el Gobierno empezó a distribuir hace dos semanas a las 54.000 familias afectadas.