Maite SOROA | msoroa@gara.net
Una relación con dominante y sumiso
Para nadie era un secreto que el pacto mefistofélico de Patxi López con Antonio Basagoiti iba a convertirse en una relación casi sadomasoquista, con dominante y sumiso. Poco a poco lo vamos viendo.
Ayer, en «Libertad Digital», Cayetano González enseñaba la patita, como el lobo del cuento.
Advertía Cayetano de que «quien creyera que el pacto del PSE con el PP, por el que fue posible la llega de Patxi López a Ajuria Enea, era firme y sincero, o bien era un perfecto ingenuo o su desconocimiento de los entresijos de la política vasca tanto en Vitoria como en Madrid era monumental». Lo dice clarito, ¿verdad?
Así revelaba la verdad de lo ocurrido: «Las elecciones vascas del pasado 1 de marzo arrojaron un escenario político endiablado. El PNV, que fue el partido con más escaños y votos, sin embargo no alcanzaba la mayoría absoluta sumando los `restos' del naufragio de quienes habían sido sus socios en el tripartito, es decir, Eusko Alkartasuna e IU. Por el contrario, esa mayoría absoluta sí la conseguían el PSE y el PP. Y como los socialistas vascos no querían de ninguna de las maneras renunciar a colocar a Patxi López en la Lehendakaritza, sólo por esa razón, aceptaron los votos de los populares». A eso le suelen llamar «pacto anti natura».
Lo que le preocupa a Cayetano es que el PP no ha sido lo suficientemente dominante: «deberían haber sido más exigentes en algunos de los extremos del acuerdo, por ejemplo, en lo referido al desalojo del PNV de la Diputación Foral de Álava». Esa espinita la tienen clavada.
También le angustia la posibilidad de cambios en el tablero, porque «si en un futuro Zapatero pudiera trasladar al País Vasco la fórmula del `tripartito' que gobierna en Cataluña, no tendría ninguna duda en hacerlo. Eso requeriría la presencia en las urnas de la izquierda abertzale, con la que los socialistas hubieran pactado antes echar al PNV y al PP del mapa político vasco. Tiempo al tiempo». Ahora veremos cómo empiezan a apretarles las tuercas a los de Patxi López.