La mejor competición del mundo entre clubes arranca hoy con el horizonte puesto en el 22 de mayo del próximo año. Día en el que el Santiago Bernabéu de Madrid acogerá la gran final del torneo. El Barcelona, vigente campeón y mejor equipo del mundo, vuelve a ser el principal favorito para revalidar el título. Tras los catalanes, Madrid, Chelsea, Liverpool, United o Milan conforman el grupo de grandes aspirantes. A los históricos Juve, Bayern o Marsella, a priori, les toca un papel más secundario, mientras el que el Lyon tratará de quitarse de una vez por todas la etiqueta de eterno outsider que no remata la faena.

Otros dos de los bloques que aspiran a dar la sorpresa son el CSKA de Moscú y el Wolfsburgo. Ambos disputan uno de los choques más atractivos de la jornada inaugural. Los rusos acaban de contratar a Juande Ramos como nuevo entrenador. El manchego se encontraba sin equipo tras su experiencia en el Madrid y ha firmado un suculento contrato hasta final de temporada. Un periodo en el que sus grandes objetivos serán meter al equipo en segunda ronda de Champions e imponerse en el campeonato doméstico.

El CSKA, antiguo equipo del Ejército Rojo, ha recortado gastos para la presente campaña, ha vendido a Vagner Love y también en su sección de basket, pero sigue contando con un bloque competitivo. De hecho, conserva a buena parte del bloque campeón de UEFA en 2005.

Base rusa, talento latino

La principal fortaleza del equipo está atrás. El portero Akinfeev, uno de los más seguros de Europa, y los gemelos Berezutsky son los hombres más carismáticos. La calidad, en cambio, la ponen el internacional brasileño Dani Carvalho y un viejo conocido de la afición vasca como el ex realista Mark González. El chileno, clave para la salvación txuri-urdin en 2006, busca reencontrarse con su mejor versión tras un más que decepcionante paso por el Betis.

Otro de los hombres a seguir es el extremo Milos Krasic. Un futbolista que debutó de la mano de Clemente en la selección serbia y cuya progresión no ha pasado desapercibida para los grandes clubes continentales, entre ellos el Real Madrid.

El recorte de presupuesto ha obligado a los rusos a apostar por jóvenes. Así, en Moscú esperan grandes cosas de los jóvenes de su plantilla. Es el caso de los rusos Shchennikov y Mamaev; el osetio Dzagoev, el goleador brasileño Guilerme o de Tomas Necid, una de las grandes figuras de la República Checa que logró el subcampeonato del Mundial juvenil de 2007 en Canadá.

Su rival de esta noche, el Wolfsburgo, cuenta con un equipo mucho más hecho. Pese a su mal inicio en la Bundesliga, sólo ha sumado seis puntos de quince posibles, es el vigente campeón de Alemania y dispone de una de las delanteras más demoledoras de la competición.

La dupla formada por Edin Dzeko y Grafité sumó más de 60 goles el curso pasado y fue clave para la consecución del título para el equipo verde. El bosnio Edin Dzeko fue el objeto de deseo de equipos como el Milan, pero finalmente prefirió quedarse en el Wolfsburgo. Con apenas 23 años es uno de los delanteros con mayor futuro del panorama internacional. Su juego se asemeja al de Ibrahimovic y además tiene gran facilidad para ver puerta. Prueba de ello son los 35 tantos que ha marcado en 65 encuentros oficiales con su equipo o los 12 que ha convertido en los 18 choques que ha jugado con Bosnia.

Su partenaire Grafité es igual de efectivo, pero más polémico. La temporada pasada fue elegido mejor jugador de la Bundesliga y estuvo en el centro del huracán por unas declaraciones en las que denunciaba «el racismo de la sociedad alemana». Otro delantero del equipo, Ashkan Dejagah -de ascendencia iraní- tampoco huyo de la controversia cuando hace dos años renunció a jugar un partido de la sub 21 alemana en Israel en denuncia de la política que aplica dicho Estado contra el pueblo palestino. El nigeriano Martins, ex de Newcastle o Inter de Milan, es el cuarto punta del equipo que ahora dirige Armin Veh.