Javi Selvas y el Alavés acercaron posturas para tratar de lograr la desvinculación del defensa con el club gasteiztarra a pesar de que éste tenga aún contrato una temporada más y una segunda opcional. Al cierre del periodo de contratación Selvas no pudo encontrar acomodo en ningún club y el Alavés le negó la posibilidad de entrenarse junto a la primera plantilla y poder usar el mismo vestuario, cuestión por la que denunció al club.

Por otro lado, el Alavés comunicó a sus once trabajadores la aplicación del ERE aprobado por el Juzgado de lo Mercantil de Gasteiz, que conlleva la extinción de su relación laboral con el club.