En este Eurobasket de Polonia las ausencias de estrellas son casi tan protagonistas como los jugadores que más están brillando. Ello, obviamente, no es excusa para aquellos equipos que han quedado eliminados, como es la selección de Lituania. La campeona de Europa en 2003 se ha quedado fuera de los cuartos de final después de su dolorosa derrota frente a la selección española por 84-70.

El principal problema de la selección báltica es la ausencia casi absoluta de un base de garantías. Con las ausencias de Jasikevicius y Kaukenas -amén de escoltas como Siskauskas- no hay un jugador exterior que supere con solvencia una presión defensiva mínimamente intensa. Así, pese a sacarle los colores a la vigente campeona del mundo en el primer cuarto, 15-24 y un juego casi perfecto, con Maciulis, Petravicius, Javtokas y los hermanos Lavrinovic enrachados, el mundo se le vino encima a la selección báltica. Los hombres de Sergio Scariolo, tan encorsetados hasta el momento, nerviosos y haciendo cada cual la guerra por su cuenta, se liaron la manta a la cabeza y sometieron a los lituanos a siete minutos de locura, en el que el marcador pasó de 15-24 a 38-24. En total, un 23-0 que cambió por completo el panorama del partido.

Y es que la selección española se dejó los miedos en algún rincón tras el descanso y, pese a que su juego distó de ser realmente bueno, tiró de velocidad, transiciones rápidas y de Pau Gasol para dinamitar el partido en el tercer cuarto.

Con el 64-43 con el que se llegó al inicio del período definitivo, el partido estaba decidido, a pesar de que Lituania lograra reducir su desventaja gracias a una zona agresiva y un control absoluto del rebote ofensivo -producto, a su vez, de una carta de tiro realmente horrible, especialmente desde la larga distancia-. La remontada, que hubiese podido acabar con la poca autoestima que le sigue quedando a la selección española, nunca fue real debido a lo narrado anteriormente: la ausencia de un base que aguantara el balón, cosa que proporcionaba robos y más robos a favor de los de Scariolo. Por cierto, cabe destacar el partido del ex baskonista Garbajosa, incisivo en ataque y cerebral en defensa.

Polonia se la juega

En los restantes partidos del grupo F, destacaron los triunfos de Eslovenia y Turquía. En el primero de los encuentros se pudo ver que a la selección anfitriona parece que se le está agotando el gas, ya que después de un gran primer cuarto, Eslovenia, con un Erazem Lorbek espectacular, bien secundado por Jaka Lakovic, fue remontando e imponiendo su ley en el luminoso hasta un 76-60 final.

De esta guisa, la selección de Polonia se queda en penúltima posición del grupo F con una única victoria, a punto de caer eliminada. Así las cosas, el encuentro que enfrentará mañana a los de Muli Katzurin contra la selección española a partir de las 18.15 -hora de Euskal Herria- será un cara o cruz en el que también los de Scariolo se la juegan, ya que perder les supondría caer eliminados y, visto el juego de una y otra selección, el pronóstico es más que incierto. Por su parte, Eslovenia aseguraba su presencia en cuartos al sumar su tercer triunfo.

En el último encuentro de la jornada, Turquía y Serbia no decidieron el vencedor del duelo hasta la prórroga, aunque el speaker del partido diera por válida la última canasta turca antes de ser invalidada por estar fuera de tiempo.

Ya en el tiempo extra, Turquía dio toda una lección de defensa, impidiendo que los de Dusan Ivkovic anotaran un triste punto. De hecho, la pírrica anotación de la prórroga la compuso un tiro libre de Erden, una bandeja de Ilyasova y un par de tiros libres de Tunçeri. Afortunadamente para Serbia, sus victorias sobre España y Polonia le aseguran un sitio en el cruce de cuartos.