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Pocas expectativas ante la reunión de Obama con Netanyahu y Abbas

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá mañana por separado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas para intentar relanzar un proceso de paz. El equipo negociador palestino ha puesto en duda el éxito de este encuentro ante la negativa de Israel a paralizar la construcción de colonias. Desde Gaza, el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, lo tildó de «inútil» y sin valor vinculante.

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Barack Obama tendrá que hacer encaje de bolillos en la reunión que mañana mantendrá por separado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Está previsto que sea en Nueva York, antes de la Asamblea General de la ONU. El objetivo, según la Casa Blanca, es «allanar el terreno para relanzar las negociaciones y crear un contexto positivo para que éstas puedan tener éxito».

La tarea no parece nada fácil. El jefe del equipo negociador palestino, Saeb Erekat, agradeció a Obama su implicación personal, pero advirtió que no albergan grandes expectativas. «En mi opinión, Obama debería hacer saber al mundo que una de las partes está minando los esfuerzos para abrir un proceso de paz», subrayó en referencia a la negativa de Netanyahu a poner freno a la expansión de las colonias en territorios palestinos. «Está reunión no es para reanudar las negociaciones. No creo que, a su término, Netanyahu esté de acuerdo con retomarlas o parar la construcción de colonias», incidió.

Para el columnista político Akiva Eldar, del periódico israelí «Haaretz», Abbas «no se puede permitir volver con las manos vacías, es decir, sin un compromiso de Israel de paralizar todas las operaciones en las colonias».

En la celebración del fin del Ramadán, el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, remarcó que «ni la Organización para la Liberación de Palestina ni nadie puede negociar temas como Jerusalén, las fronteras o los refugiados en nombre de los palestinos». Advirtió que «no se aceptarán concesiones» y que esta cumbre no tendrá valor vinculante.

El Gobierno israelí, mientras, se limitó a calificarla de «encuentro preliminar».

Por otra parte, dos supuestos milicianos murieron ayer por disparos de un tanque israelí al este de la ciudad de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza.

Dudas en la Casa Blanca sobre las elecciones afganas

Por primera vez, Barack Obama expresó públicamente sus serias dudas sobre los resultados de las elecciones afganas. «La consulta no se ha desarrollado como yo lo esperaba. En algunas regiones del país ha habido graves irregularidades», declaró a la NBC, una de las cinco cadenas en las que ayer apareció como parte de la intensa campaña que está llevando a cabo a favor de la reforma sanitaria, su gran prioridad interna. «Se han denunciado algunos fraudes, eso genera dudas y, a primera vista, me parece grave», añadió.

La fuerte sospecha sobre la validez de una gran parte de los votos y las dudas sobre si deben reconocer a Hamid Karzai como presidente o forzar una segunda vuelta están complicando la revisión de la estrategia estadounidense en Afganistán, un asunto clave para la Administración Obama en el plano internacional.

A principios de año anunció el envío adicional de 21.000 soldados. Ahora, ante la intensificación de los combates, debe decidir si manda más tropas en un momento en el que la oposición a la guerra va en aumento, incluso en las filas demócratas. Entre el sábado y ayer, murieron cuatro soldados de la OTAN. GARA

No habrá marcha atrás en la investigación de las torturas

En respuesta a la carta que siete ex directores de la CIA le enviaron para que detenga la investigación de las torturas cometidas la agencia en cárceles extranjeras, el presidente estadounidense dejó claro que no lo hará porque «nadie está por encima de la ley».

En una entrevista a la CBS, agradeció a «estos ex directores que quieran proteger a una institución que han ayudado a construir, pero sigo creyendo que nadie está por encima de la ley. Quiero asegurarme, como presidente de EEUU, de que no me entrometo en las decisiones de los fiscales, que son los encargados de defender la ley». Subrayó que se limitará a dejar en manos del fiscal general Eric Holder cualquier opinión sobre lo ocurrido. Precisó que la investigación aún no se ha circunscrito al ámbito criminal. «Simplemente están intentando averiguar qué sucedió. No quiero cazas de brujas, pero el fiscal tiene que defender la ley», insistió.

Holder tiene previsto seguir con las pesquisas de al menos un caso; la muerte de un joven afgano en 2002 en Kabul. Fuentes de la Casa Blanca han confirmado que los casos que se investigarán son mucho menos de los diez anunciados por los medios de comunicación. GARA

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