Prolonga su buena racha
Vence, convence y emociona
El Athletic mantiene su progresión, lo que le permitió sumar su tercera victoria consecutiva en Liga. Los rojiblancos acumularon ocasiones, aunque dos goles del Villarreal en el segundo tiempo impidieron que pudieran celebrar el triunfo hasta el pitido final.
ATHLETIC 3
VILLARREAL 2
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
Imparable. El Athletic prolongó su buen momento, sumando su tercera victoria consecutiva en Liga -cuarta, si se cuenta la que firmó el jueves frente al Austria-, lo que le mantiene en la parte alta de la clasificación y sigue alimentando la bola de confianza en la que se han envuelto los rojiblancos en estas últimas semanas.
Impecable. Lo mejor de la progresión que está protagonizando el equipo es que mantiene el fondo -los números le han sonreído desde que comenzó la temporada- y mejora en la forma a pasos agigantados. Si el choque frente a los austriacos se consideró el mejor de estos primeros compases de la campaña, el de ayer bien pudo quitarle el puesto. Cierto es que el Athletic sufrió en la recta final, cuando el Villarreal apretó y tuvo la fortuna de reducir al mínimo su desventaja, pero no lo es menos que también disfrutó, e hizo disfrutar, ante el rival de mayor entidad al que se ha enfrentado -excepción hecha del Barcelona- en estos últimos tiempos. Es difícil encontrar un solo pero a la actuación de los bilbainos. Sobre todo en un primer tiempo espectacular, en el que barrieron por completo a su rival.
Importantes. Frente a la descompensación de la temporada pasada, en la que un puñado de jugadores acumuló la mayor parte de los minutos, Joaquín Caparrós está insistiendo en la necesidad de que toda su plantilla participe y se sienta importante en una temporada cargada de compromisos. De momento, lo está consiguiendo. Ayer volvieron al once jugadores que nunca han perdido la confianza del técnico, como Javi Martínez o Toquero, pero tambien actuaron de inicio Ustaritz, Koikili, David López o Gabilondo. Y no se notó el cambio. Sobre todo en el caso de los dos últimos, cuya actuación estuvo entre lo mejor de la tarde.
Impotencia. El Villarreal se vio totalmente superado por su anfitrión en la primera parte, en la que los bilbainos revivieron parte de su actuación frente al Austria. Resulta casi injusto hablar de nombres propios, con el buen nivel colectivo que mostró el equipo, pero no pueden obviarse el espectacular partido de Gaizka Toquero -hasta Ernesto Valverde se confesó sorprendido con el gasteiztarra en su comparecencia posterior al choque- o la fabulosa reaparición de David López e Igor Gabilondo, que se tradujeron en un cúmulo de ocasiones desde el pitido inicial. Se unió la puntería de Fernando Llorente -alcanza ya los cinco goles en competición oficial-, que a los diez minutos firmaba el 1-0, cabeceando tras una bonita jugada del equipo. A cinco del descanso repetía, con otro tanto con marca de fábrica, al controlar con el pecho y marcar de disparo cruzado. Una ventaja que podría haber sido bastante más amplia si Diego López no se hubiera mostrado tan entonado como los atacantes locales. La ovación con la que despidió la grada al equipo en el descanso da buena cuenta de lo que se había visto sobre el césped.
Imprevisibilidad. Tras comprobar lo bonito que puede ser el fútbol, tocó sufrir lo puñetero que puede resultar. Ya se sabe que «es así» y eso implica que un partido puede torcerse al menor descuido. Es lo que sucedió tras el descanso. El Athletic volvió a disponer de ocasiones como para sonrojar a su rival -Javi Martínez aprovechó una de ellas para hacer el tercero-, pero también éste apretó un poquito más y tuvo el acierto suficiente como para reducir su desventaja al mínimo. Los goles de Cani y Cazorla, al principio y al final, la pérdida de fuelle de los bilbainos, que acusaron el desgaste, y, por qué no, la actuación de Muñiz, que perdonó la vida a un par de castelloneses, provocaron que la tensión protagonizara la recta final del choque. Hubo que esperar hasta el pitido final para celebrarlo.
Joaquín Caparrós concluía el choque frente al Austria satisfecho, pero advirtiendo de lo complicado que resultaría repetir actuación frente a un rival como el Villarreal.
Pero su equipo lo hizo y de ahí el «no se puede pedir más» del técnico. «Tenemos que estar todos contentos por el esfuerzo de todo el equipo -destacó-. Hay que valorar triplemente el resultado por el rival que teníamos enfrente, un gran equipo que tiene la Champions como objetivo». Eso en cuanto al resultado. La imagen del equipo no se quedó atrás. «Hemos hecho una gran primera parte y, quitando 20 o 25 minutos, la segunda también ha sido magnífica. El resultado podía haber sido más abultado y Diego López ha demostrado el gran portero que es. Luego hemos sufrido, nos han hecho dudar, pero estamos contentos».
El técnico, pese a todo, quiso realizar una llamada a la calma, recordando que «esto es durísimo y dificilísimo». De ahí que, como es habitual en los últimos tiempos, recalcara la importancia de que todos los jugadores den lo mejor de sí mismos. «Somos un equipo que tenemos que dar el cien por cien -razonó-. Por su condición técnica, hay equipos que necesitan un despliegue menor, pero nosotros tenemos que hacer un despliegue muy grande y para eso necesitamos amplitud en la plantilla. Tenemos que ir dosificando y que los futbolistas que jueguen estén totalmente recuperados y se sientan importantes, porque somos un equipo que necesita hacer un esfuerzo titánico en cada partido», insistió.
Caparrós, por otra parte, considera que estos últimos partidos confirman la injusticia de las críticas que recibió el equipo durante el verano. «Creo que había demasiado debate y que se ha sido un poco cruel. Dentro de nuestras posibilidades, siempre intentamos jugar lo mejor posible. Nos gustaría hacerlo siempre bonito, pero lo importante es sacar el máximo rendimiento a los futbolistas que tenemos y hasta el momento lo estamos consiguiendo».
Ernesto Valverde, por su parte, reconoció que el Athletic «ha sido mejor en el cómputo general y nosotros no hemos sabido contrarrestar sus puntos flacos».A.U.L.
Isaac Aketxe saltó al campo a diez minutos del final, en sustitución de Fernando Llorente. A sus veinte años, el delantero vizcaino, que regresaba este verano a Lezama tras su paso por el Arenas, se convirtió en el quinto jugador en debutar con el primer equipo esta temporada. Antes lo habían hecho Muniain, Castillo, De Marcos y De Cerio.
Hacía nada menos que 21 años que el Athletic no protagonizaba un inicio de temporada como el actual, que le mantiene como único equipo imbatido de la categoría, junto a Real Madrid y Barcelona. En la temporada 88/89, los rojiblancos enlazaron los triunfos ante Sevilla (3-2), Atlético de Madrid (0-1) y Cádiz (1-0) en las tres primeras jornadas.
Con el triunfo ante el Villarreal se rompió una racha y se prolongó otra. Ernesto Valverde sigue sin ganar en San Mamés con otra camiseta que no sea la rojiblanca, ya que ha perdido en sus tres visitas como jugador y en otras tres como entrenador. Se acabó, por otra parte, el pequeño idilio que mantenían los castelloneses con la Catedral, con tres victorias en sus tres últimas visitas. El anterior triunfo local se dio, precisamente, con Valverde en el banquillo del Athletic.
El Athletic regresa hoy mismo al trabajo -Joaquín Caparrós ha citado a sus hombres a las 10.30 en Lezama- para dar inicio a otra semana concentrada. Los rojiblancos vuelven a hacer las maletas mañana para viajar a Tenerife y tampoco habrá respiro a su regreso, ya que el sábado reciben al Sevilla. Caparrós espera recuperar a Aitor Ocio y Joseba Etxeberria -fuera de la convocatoria ayer- para el choque del Rodríguez López, donde también se espera el regreso de Castillo y Susaeta.