El movimiento pro-amnistía llevó ayer una protesta ante la sede de EITB de Gasteiz para deunciar el silencio que entienden ha fijado sobre las denuncias de «guerra sucia» de los últimos meses. Entiende que tras ese silencio se oculta «una decisión de carácter político», lo que le hace concluir que los boletines informativos de EITB «forman parte de la estrategia represiva del Estado español».

Concretamente, en la nota emitida al respecto, el movimiento antirrepresivo cita dos comparecencias a las que el ente público no acudió. La primera, en denuncia del secuestro y las torturas sufridas por Alain Berastegi a mediados de julio y, la otra, realizada la pasada semana, en la que se dio cuenta de otros tres sucesos similares.

Alertan de que este ocultismo hace que los episodios de «guerra sucia» se sucedan, por lo que emplazan a los periodistas de EITB a que «rompan la censura política» y den una información veraz en torno a estas «graves» denuncias.