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Crónica | Asamblea de delegados de la mayoría sindical vasca

La mayoría sindical anuncia una ofensiva para cambiar las políticas de los gobiernos

La mayoría sindical vasca reafirmó ayer su determinación de luchar a favor de otro modelo económico y social y anunció el comienzo de un curso marcado por una ofensiva sindical para defender los derechos de los trabajadores.

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Amaia ZURUTUZA

Una idea se reforzó ayer en las inmediaciones del estadio de fútbol de Anoeta en Donostia. Concretamente la idea de que la clase política, esa que representa a la ciudadanía y se supone vela por su bienestar, no está precisamente actuando a favor de los derechos de la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de Hego Euskal Herria.

Más bien, el poder que tienen para tomar decisiones lo están utilizando para favorecer al capital, a la élite empresarial. Así lo denunciaron los representantes de la mayoría sindical vasca, formada por ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru, en la asamblea de delegados conjunta y multitudinaria que celebraron en Donostia.

Más de 2.000 delegados de toda Hego Euskal Herria se dieron cita prosiguiendo con la unidad de acción que emprendieron el pasado 21 de mayo con la huelga general que sacó a miles y miles de vascos a las calle para reivindicar otro modelo económico y social y denunciar la actitud de las instituciones públicas ante la coyuntura de crisis.

Tras la exitosa movilización llegó el verano, y la semana pasada,los sindicatos mostraron que han estado haciendo los deberes, con la presentación de un decálogo de medidas concretas y realizables para hacer frente a esta crisis, «cuyas consecuencias han continuado agravándose» y encaminar a esta sociedad a una situación de justicia social que está muy lejos de la realidad que padecemos, según denunciaron.

Y es que la política económica y social que articulan los políticos al mando de las instituciones de Hego Euskal Herria, ofrecen en estos tiempos de crisis «privatizar los beneficios y socializar las pérdidas», según criticó Ainhoa Etxaide, secretaria general del sindicato LAB, durante su intervención. Añadió que estas políticas «tienen que cambiarse de fondo», dijo, «Si no, la situación empeorará».

La situación que estos seis sindicatos denuncian está marcada por una intervención institucional que sigue al servicio de la patronal «aplicando políticas que no responden a la crítica situación por la que atraviesan miles de trabajadores y trabajadoras, así como los colectivos más desfavorecidos y excluidos de la sociedad».

Denuncian la actitud de la patronal y las administraciones públicas, que «están imponiendo unilateralmente su modelo económico y social», a la vez que pretenden engañar a la sociedad con un «diálogo social» diseñado para que nada cambie.

Por ello, parece que el cambio tan ansiado por la clase trabajadora no va a venir por parte de las instituciones ya que, según señaló Adolfo Muñoz, secretario general del sindicato ELA, los gobiernos «no están dispuestos a tomar las decisiones que afectan a los intereses de quienes de verdad mandan: El capital, la patronal».

En el mismo sentido, Iñaki Lazarobaster, de EHNE, afirmó que en el actual modelo político y social, manda el capital, «que está por delante de las personas».

La unidad hace la fuerza

Con el polideportivo Josean Gasca abarrotado, los aplausos arrecieron cuando Etxaide hizo mención a la idea de fuerza y de poder de los miles de trabajadores que salieron a la huelga el 21 de mayo. «Tenemos razón y la fuerza de las miles de personas que salieron a la calle», señaló, «y comenzamos el nuevo curso con la propuesta del decálogo en la mano y con toda la intención de movilizar a los trabajadores».

Y es que tras afirmar que los cambios económicos y sociales no llegarán ni de la mano de la patronal, ni de la clase política posicionada junto a ella, «somos los trabajadores los que tenemos que tomar el camino del cambio», dijo.

Un camino, en el cual, el secretario general de ELA afirmó que es muy importante movilizarse todos juntos. «La acción sindical unitaria es necesaria», señaló. Asimismo, instó a la militancia sindical a informar, socializar y movilizar a la gente, ya que «el poder quiere acatamiento y nosotros necesitamos para que crezca la cultura social y política», dijo.

Una muestra de esta unión fue la que ayer se pudo respirar en el acto de Donostia, tanto antes de la asamblea, como durante las primeras intervenciones de EHNE e Hiru en representación de los baserritarras y los transportistas autónomos, o en los posteriores mensajes rotundos y firmes de Etxaide y Muñoz.

También en la manifestación posterior a la asamblea, que recorrió las calles del centro de Donostia con banderas, verdes, rojas o moradas de las centrales sindicales, y en los lemas coreados durante la marcha, que representan en pocas palabras y con un léxico más sencillo muchos de los mensajes y revindicaciones de los dirigentes sindicales.

... sobran los ladrones

«Luchar y ganar al capitalismo» corearon los centenares de delegados, o «Banca y patronal alianza criminal», así como «Aquí trabajamos, Aquí decidimos», «Más impuestos para el capital» o «No falta dinero, sobran ladrones».

También hubo algún que otro lema personal como «Imaz cabrón, trabaja de peón», o el saludo a la sede de la Diputación de Gipuzkoa donde finalizó la marcha, al grito de «Aquí está la cueva de Alí Babá».

La mañana sindical finalizaba frente a la Diputación con la intervención de los sindicatos STEE-EILAS y ESK, y quedó clausurada después de cantar la Internacional y el Eusko Gudariak puño en alto.

Los dos millares de delegados de seis sindicatos, a su vez representantes de miles y miles de trabajadores de Hego Euskal Herria, se movilizaron juntos con un mismo objetivo: articular un modelo económico y social alternativo, basado en la justicia social, en la igualdad y en el reparto de la riqueza y del trabajo. Etxaide aseguró que se trata de un obejtivo real, «porque estamos convencidos de que esto se puede cambiar. Porque se pueden cambiar las cosas, está en nuestras manos».

Pero, como advirtió Muñoz, ante la actuación del poder político «que no desea cuestionar ninguna de las políticas fracasadas», el sindicalismo vasco tiene mucho trabajo que hacer. «Hacemos nuestra esa responsabilidad, y lo haremos juntos», señaló, y se reafirmó en que «lo tenemos que hacer juntos, no hay otro camino».

Las palabras de los representantes sindicales reflejaron ayer voluntad y determinación. «Nos quieren cabizbajos, nos quieren callados, y nos verán en la calle lluchando», dijo Etxaide. «Todos juntos y con la razón lo conseguiremos», añadió Patxi Agirre, de Hiru.

 

DIÁLOGO SOCIAL

LAB afirmó que su función es aparentar que se hace algo sin hacer nada, y que su objetivo es salvaguardar el actual modelo y sus pilares. ELA afirmó que es «una palabra hueca» y que se ha montado «para la foto, para la propaganda».

DECÁLOGO

El decálogo creado por la mayoría sindical vasca propone medidas urgentes para luchar contra la crisis. Ainhoa Etxaide señaló que desde su presentación la semana pasada nadie ha cuestionado las medidas planteadas en ella.

SALIDA A LA CRISIS

Adolfo Muñoz afirmó que se está llevando a cabo un ajuste de empleo brutal que tiene como objetivo mantener la rentabilidad de la élite económica y que los datos muestran que las empresas están ganando en productividad.

MOVILIZACIONES

Adelantaron que el curso político estará marcado por una ofensiva sindical tanto en las empresas como en la calle con diversas movilizaciones. Etxaide afirmó que es la clase trabajadora la que tiene que tomar el camino del cambio en sus manos.

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