La Real sumó su primera victoria en Anoeta desde la última lograda el 16 de mayo y, aunque no jugó un partido muy bueno, lo acabó de manera casi perfecta en una demostración de que este equipo va a más conforme recupera jugadores que deben ser importantes como Aranburu, Zurutuza, Griezmann y un Bueno que jugó una media hora final que permite empezar a pensar que con su incorporación los técnicos no se han equivocado.

Hasta esos últimos veinte minutos el Huesca fue mejor que la Real. En la línea de lo manifestado por sus jugadores, vino al estadio sin ningún respeto, a por la victoria. Jugó con dos delanteros cuando hasta ahora sólo utilizaba a uno y tuvo el control del juego en muchas fases del partido. Pero hasta en esos momentos en los que el Huesca era superior, se pudo advertir una mejoría realista con respecto a partidos anteriores.

Ganó sobre todo en la transición del equipo defensa-ataque que se marcaba Lasarte entre sus objetivos a la hora de encontrar el estilo de juego que busca. Aunque la Real defendió demasiado atrás y cedió mucho campo y la posesión del balón al Huesca, al recuperarlo lo jugó con más velocidad y criterio que en partidos anteriores.

Los laterales en defensa estuvieron mejor y el equipo jugó más junto, con menos distancias entre las dos líneas de cuatro -Elustondo intentaba ayudar a los centrales-, que tuvie- ron problemas con la movilidad de Reinaldo, quien tuvo dos buenas opciones al coger la espalda de los defensas y plantarse solo ante Bravo. El chileno supo aguantarle bien para dejarle sin ángulo de disparo.

La segunda de esas acciones, en el minuto 65, estuvo acompañada dos minutos después de una intervención clave del guardameta, que desbarató con los pies una clara opción de José Végar. Esos fueron los minutos en los que más sufrió la Real, porque en el primer tiempo la mayor posesión y dominio del Huesca no se tradujo en más clara opción que la primera reseñada de Reinaldo y, por contra, los guipuzcoanos pudieron adelantarse en el minuto 9 en una buena jugada de Xabi Prieto que Sergio remató y un defensor envió el disparo a corner.

Un gol oportuno

La Real no necesitaba demasiado juego para llegar al área y así, un pase vertical de Mikel Aranburu bastó para que Griezmann demostrara que tiene algo especial. Es futbolista. Recibió el balón y vio el gol. Y lo consiguió además con su pierna mala, con un remate nada fácil con rosca y que entró por el palo largo. Y después del 1-0, llegó otra buena combinación que Miguel desbarató cuando Prieto cedía con la cabeza para que un compañero marcara a portería vacía.

Pero el Huesca había venido con mucha ambición y Calderón introdujo un cambio de hombre y alteró la posición de seis de los diez que quedaban en el campo para jugar de una manera más ofensiva al aparcar el doble pivote y jugar con un 4-4-2 con rombo en el centro del campo.

La Real sufrió mediado el segundo tiempo en esas dos ocasiones y, cuando más padecía, Lasarte estuvo muy bien en los cambios. También había acertado en la alineación titular al retirar a dos jugadores que en estos momentos son un problema para jugar en Anoeta.

Rivas no jugó ayer y la Real amplía la estadística positiva del equipo en el estadio sin él. Como decíamos ayer, en los trece partidos en los que ha intervenido en el estadio en Segunda, en sólo uno la Real marcó más goles que el rival si se contabilizan sólo los minutos que estuvo él en el campo. Y por contra, la estadística en los minutos sin él en Liga en el estadio equivaldría a ocho victorias, cuatro empates y dos derrotas. No es una casualidad. Y eso que Rivas hizo una buena pasada temporada, pero cualquier medio centro de la Real, como Ros e Illarramendi, tienen unas cualidades más recomendables para jugar en el estadio porque son más verticales y tienen más visión y calidad técnica.

Además Elustondo, sin hacer un gran partido. mejoró sensiblemente actuaciones anteriores. En defensa está a la altura de Rivas y en ataque pasa más rápido y mejor, sin que eso implique que tenga que cargársele la responsabilidad que en este equipo debe recaer en Xabi Prieto y Aranburu. La entrada del azpeitiarra da mucho dinamismo al equipo. En defensa cubre mucho terreno, recupera balones y en ataque cuando pasa el balón y no se lía con él su equipo lo agradece. Un pase vertical originó el gol de Antoine Griezmann, que hizo buena la petición de todo el entorno para que jugara en lugar de Johnatan. El colombiano necesitaba la suplencia y, si quiere recuperarlo Lasarte, lo recomendable es darle minutos en segundas partes fuera de casa a la espera de que tenga una actuación buena y marque un gol que permita dar un giro a su mal inicio.

Goles en momentos claves

Por eso Lasarte acertó al colocar a Aranburu en banda izquierda cuando retiró a Griezmann, ya que además el Huesca se empeñó en acumular hombres por el centro y también resultó positiva la entrada de Markel para imponerse en la zona ancha después de que Zurutuza le diera otro aire al equipo.

La verdad es que los tres cambios fueron claves en el buen final del equipo. Resultaba difícil de entender que a los doce minutos del segundo tiempo fuera retirado Agirretxe y se quedara sin delanteros en el banquillo, pero Bueno jugó una media hora extraordinaria y el equipo agradeció su trabajo cuando más sufría. Además marcó su segundo gol, que no está mal para los minutos jugados.

La Real agradeció tanto su entrada como la de Zurutuza. Lasarte tiene tanta confianza en él que decidió convocarlo y alinearlo con una sola semana de entrenamientos tras más de un mes parado. Y, pese a estar lejos de su mejor forma, físicamente consiguió que su trabajo de presión, unido al de Bueno, provocara que la Real mejorara sensiblemente en los últimos veinte minutos. Al final, al Huesca, con muchos jugadores por delante del balón, le costó horrores sacarlo jugado desde atrás y la Real consiguió que los últimos veinte minutos se disputaran en el campo rival. Bueno tuvo dos precisos remates separados por un minuto, hubo un penalti claro por mano y uno dudoso a Estrada, amén de un chut de Zurutuza antes de que Bueno senten- ciara el partido en el 88. Incluso pudo llegar un tercero después. Y es que, como en todos los partidos disputados, físicamente la Real se ha impuesto a sus rivales en las segundas partes. Y eso también hace bueno, por el momento, el regreso de una preparación física específica.

Fueron veinte minutos que provocaron que la afición saliera muy contenta de Anoeta, más que por el partido en sí, por la sensación que trasmite el equipo de ir a más. Un jugador clave como Aranburu disputaba ayer su primer partido de inicio desde que se lesionó el 2 de mayo y está en plena pretemporada. Zurutuza probablemente lo disputará el próximo domingo en Soria. También Bueno está en un proceso de coger una buena forma y su media hora de ayer fue la mejor noticia del partido. Y otro jugador que tiene que ser importante, como Nsue, apenas ha podido jugar por los compromisos con la selección española.

Y Lasarte está en un proceso de conformar un equipo y eso necesita tiempo. Y lo mejor es que en esas condiciones adversas, sin jugar bien, la Real lleva nueve puntos en cinco partidos en los que no ha perdido y está a uno de los cuatro equipos que partían como mayores rivales para lograr el ascenso. Los blanquiazules tienen los mismos puntos que el año pasado tras cinco jornadas y entonces empezó su peor racha de seis partidos oficiales sin ganar, con tres derrotas. Pero hay una diferencia muy importante con respecto a entonces, la Real ha recuperado la sensatez y el camino que debe conducir a Primera con un equipo basado en la cantera.