Juanjo BASTERRA I

El Departamento de Sanidad del Gobierno de Lakua ha reconocido en una respuesta al parlamentario de Ezker Batua, Mikel Arana, que la mortalidad por tumores en Muskiz, Abanto y Zierbana es superior a la media de la CAV. De hecho, confirma que más de una de cada cuatro defunciones se deben a tumores malignos, aunque no explica el origen de los mismos.

Arana reclamó al departamento que dirige Rafael Bengoa información documentada sobre el incremento de enfermedades en Muskiz, Zierbana y Abanto en relación a que un estudio de la UPV-EHU «se reflejan altos niveles de dióxido de azufre, un elemento que, inhalado en exceso, provoca bronquitis, asma y hasta hemorragia pulmonar». El parlamentario del grupo mixto explica en la justificación de la petición que «los datos recogidos en el área de influencia de la empresa Petronor son superiores a los que se registran en la Avenida de Tolosa en el centro de Donostia, punto tomado como referencia para el estudio por su contaminación moderada-baja».

El boletín epidemiológico de Osakidetza considera que «la mortalidad por cáncer es mayor» en Mehatzaldea que en el resto de la CAV, además en esta zona «las enfermedades respiratorias, el cáncer, la irritación en la piel, el picor de ojos y nauseabundos olores son mayores», según afirma Mikel Arana. Lo que es claro y evidente es que si a la población en general la actividad petroquímica de Petronor le está afectando, los trabajadores multiplicarán ese problema al estar en contacto de forma directa y con continuidad en ese foco de riesgo.

Riesgo un 80% más elevado

En la contestación, el Departamento de Sanidad del Ejecutivo de Patxi López confirma que el riesgo es un 80% más elevado que la media de la CAV en la mortalidad en tumores malignos entre los hombres y mujeres, en cáncer de mama, en demencias y enfermedades de Alzheimer y en enfermedades crónicas respiratorias, entre otras patologías.

Según los resultados de 1996 a 2003 se muestra que las defunciones en Muskiz, Abanto y Zierbana fueron de 1.229, de las que más de la mitad correspondieron a los hombres (660).

Los datos confirman que el 27,25% de las muertes se debieron a tumores malignos (335), aunque no se expresa en ningún momento por parte del consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, la causa. Entre los hombres, los fallecimientos por tumores malignos representan 53 casos, el 32,12% del total de muertes, un nivel muy elevado para esa zona industrial. Un 25% de los mismos se debe a cáncer de pulmón, según Lakua.

Las cardiopatías isquémicas fueron responsables de 64 muertes de hombres y las enfermedades crónicas de las vías respiratorias provocaron el fallecimiento de 46 personas.

Entre las mujeres, los tumores malignos representante el 21,6% de las causas de fallecimiento, lo que suma 123 casos de muerte entre 1996 y 2003. En este caso, destaca, por otro lado, los fallecimientos de mujeres por enfermedades cerebrovasculares.

Estos datos deben generar preocupación y, sobre todo, debería de llevarse adelante un proceso de prevención para el conjunto de la pblación, y debería de producirse una vigilancia especial entre los trabajadores.