La cantante argentina Mercedes Sosa, de 74 años, falleció ayer en un hospital de Buenos Aires como consecuencia de una afección hepática que se complicó con problemas cardiorrespiratorios. Sosa, que ingresó el pasado 18 de setiembre en el hospital, estaba internada en la unidad de cuidados intensivos y desde el jueves se mantenía en coma farmacológico y con respiración asistida.

Nacida en San Miguel de Tucumán en 1935, Mercedes Sosa fue la cantante folclórica más reconocida y premiada de Argentina. Comenzó muy joven su carrera artística y pronto se dio a conocer por su reivindicación de las raíces culturales argentinas, su presencia imponente y el tradicional poncho que utilizaba en directo.

Firme defensora de los derechos humanos, fue censurada por la dictadura militar argentina (1976-1983) y se exilió en Europa, donde prosiguió con su trabajo junto a grandes figuras iberoamericanas de la canción. Su último trabajo, «Cantora», con la participación de algunos de los más reconocidos cantantes del Estado español y América Latina, se convirtió este año en un éxito de ventas en Argentina. En su dilatada trayectoria obtuvo tres premios Grammy Latino y las Naciones Unidas y el Estado francés, donde vivió exiliada, reconocieron a la intérprete, conocida entre los íntimos como Marta. Su vida fue «muy hermosa pero muy triste», reconoció ella, que se definía como «una sobreviviente de ignominias y enfermedades».

La voz de América Latina

«La Negra» Sosa, creó escuela en la música argentina y se convirtió en símbolo para una generación que sufrió la dictadura militar, y luchó por el restablecimiento de la democracia en el país. Sosa soñaba con ser «la voz de América Latina» y parece que lo consiguió.