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«Que nadie se escude en un grupo de incontrolados, esto va mucho más allá»

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Dani Saralegi
Portavoz de la manifestación del 12 de octubre

Tras denunciar un secuestro en el que fue interrogado por las actividades del movimiento popular en Iruñea, Dani Saralegi se ha convertido en una de las voces que llaman a la manifestacion en Iruñea del próximo lunes 12. Los convocantes afirman que «no podemos permanecer impasibles» ante todas estas agresiones y llaman a plantar cara al «fascismo de ayer y de hoy».

¿Cuál es el objetivo de la manifestación del próximo día 12?

Esta marcha nace de una reflexión a la que llegamos una serie de personas que habíamos sufrido en nuestras propias carnes estas agresiones fascistas. Unos ataques por parte de individuos estructurados y otros, supuestamente incontrolados. Pero no son nada nuevo ni desconocido para este pueblo. Siempre ha habido agresiones, tanto a personas físicas como a la memoria colectiva de todo un pueblo. Podemos remontarnos a la Guerra Civil, a Franco y a lo que llaman la transición. También a los GAL y al Batallón Vasco Español. Es una lacra que nunca ha desaparecido y, en los últimos años, se ha incrementado.
 
¿Dónde se encuentra el origen de estos últimos ataques de corte fascista?

En nuestro manifiesto señalamos que aquellos agentes políticos que apoyaban el ideario de Franco lo único que han hecho es adaptar ese discurso a la nueva situación para esconder su pensamiento, que es el mismo de siempre. Su tibia reacción ante las últimas agresiones trata de vaciar de contenido estos ataques. Además, actualmente el espectro de la izquierda navarra se encuentra dividida. Cuando estábamos unidos, la ciudadanía se movilizaba para pedir explicaciones. Ahora, la reacción de un sector de la izquierda saca de contexto estos ataques.

¿Qué sentido tiene ahora una escalada de la guerra sucia ahora?

Nos gustaría remarcar que «casualmente» estas agresiones siempre se producen cuando las posibilidades de un cambio político y social están más cerca que nunca. Después del fracaso de la última negociación, los partidos políticos se han resituado, y precisamente quienes nos hemos posicionado claramente a favor del cambio político somos objetivo prioritario de estas agresiones y amenazas.

¿Qué opina de la aparición de un grupo, como Falange y Tradición, que manifiesta que «actuará con los medios que considere oportunos» para imponer su ideario?

Las agresiones que hemos sufrido, tanto de manera individual como a nivel colectivo, van más allá que las acciones de este grupo. Que nadie se escude en un supuesto grupo de incontrolados, porque esto va mucho más allá. El origen es mucho más profundo y muchísimo más complicado. De hecho, el Ministerio de Interior no ha dicho ni una sola palabra en relación a los actos reivindicados por este supuesto grupo, ni ha reaccionado ante el comunicado que enviaron a los medios. Aún no hemos escuchado que se haya abierto ninguna investigación ni hemos oído un compromiso de buscar a quienes están detrás de estas amenazas y estas acciones intimidatorias.

¿Por qué creen que ahora es el momento de salir a la calle?

El día 11 llegan los falangistas a Iruñea y hay convocada una respuesta para ese mismo día. Pero, con nuestra convocatoria, no buscamos una respuesta formal ante un hecho puntual. Queremos que se convierta en una respuesta ciudadana en toda regla contra el fascismo de ayer y de hoy. Queremos que sepan que los rojos separatistas y la izquierda de Nafarroa se planta ante estos abusos y da un paso hacia adelante. Debemos trabajar todos para que los fascistas fracasen en su intento de neutralizar el cambio político y social que busca este pueblo.

Su llamamiento está dirigido a la ciudadanía. ¿No reclaman nada de las autoridades?

En primer lugar, como es obvio, exigimos que se esclarezcan todos los hechos y se delimiten todas las responsabilidades y, por supuesto, que se encuentre a los autores de las mismas. Sin embargo, nuestro llamamiento va dirigido expresamente a la ciudadanía. Creemos que es mucho más importante, y de hecho, indispensable, el compromiso ciudadano para acabar con ellas.

¿Y cuál es el compromiso que demandan de la ciudadanía?

La reflexión que hemos emprendido no está cerrada. De hecho, quiero subrayar que este debate se encuentra abierto a todos los ciudadanos que quieran sumarse y participar en él. Estamos trabajando en todos los sectores, desde los colectivos sociales, las fábricas, el movimiento popular... Queremos que toda esa gente se comprometa, al nivel que pueda, con esta idea de cambio político y social que se encuentra ya en marcha.Aritz INTXUSTA

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