Aralar acusó ayer a PSE y PP de haber «burlado a la democracia» y de intentar obstaculizar con su mayoría en la Mesa del Parlamento la labor de oposición. Se refería en concreto a la no admisión a trámite de dos interpelaciones de su grupo, Una, al lehendakari sobre la «bienvenida» que le dio en un comunicado el grupo Falange y Tradición. Otra, al consejero de Interior por la prohibición del acto de homenaje a Jon Paredes, Txiki, en el cementerio de Zarautz. Según el Reglamento de la Cámara, las interpelaciones deben ser sobre cuestiones de política general o de especial relieve público, y la Mesa consideró que éstas no lo son.

Como GARA adelantó ayer, también EA se ha quejado de que la Mesa no tramitara una pregunta sobre el uso de fotos de presos como objetivo en prácticas de tiro. Y a esto se suman otras decisiones que, en opinión de su parlamentario Jesús Mari Larrazabal, constituyen una «obstrucción sistemática» de sus iniciativas que llega hasta «la paranoia».

Precisión en las formas

Fuentes de la Presidencia de la Cámara han explicado a los periodistas que la decisión de no tramitar las iniciativas se debe a cuestiones de procedimiento y no al contenido.

La vicepresidenta primera de la Cámara, Blanca Roncal, del PSE, pidió a todos los grupos que ajusten sus iniciativas a lo que establece el nuevo Reglamento de la Cámara, para evitar «confusiones que den lugar a visiones equivocadas sobre el trabajo del órgano rector».

Por su parte, el portavoz parlamentario del PP, Leopoldo Barreda, emplazó a Aralar a presentar «mejor» sus iniciativas para que puedan ser tramitadas «correctamente en tiempo y forma».