Ricardo Blach, patrón del atunero «Alakrana», secuestrado hace nueve días en aguas del océano Índico, se puso ayer en contacto con su familia por segunda vez desde que comenzó su cautiverio, y les comunicó que los tripulantes del barco están «bien» y que sus captores les permiten «comer, descansar y ducharse».

Así lo explicó en declaraciones a los medios de comunicación en Baiona (Pontevedra) Cristina Blach, hija del patrón, quien relató que recibió una llamada en torno a las 9.20 horas, en la que su padre le aseguraba que los integrantes de la tripulación estaban «animados» y lanzaba a sus familiares un mensaje de tranquilidad.

«Fue muy rápido, mi padre dijo que están bien, y le noté bien la voz; llevan toda la vida trabajando y supongo que se habrán preparado mentalmente para esto, porque sabían que algún día podía pasar», declaró.

Blach afirmó también que el armador del «Alakrana» es «como de la familia» y aseguró que «está tratando de solucionarlo lo mejor posible», aunque matizó que no pueden dar plazos porque «no saben cuándo se va a acabar todo esto». Sobre este tema, reconoció que los familiares desconocen cómo van las negociaciones, ya que, apostilló, no les dicen «nada», salvo que «van bien y que están haciendo lo posible para sacarlos cuanto antes». «Nada más», apostilló.

Blach también se refirió a la polémica surgida respecto a la presencia de militares a bordo de los pesqueros, y señaló que su padre se había mostrado, antes del secuestro del «Alakrana», «partidario» de esta medida.

«Hay que buscar una solución, porque cuando ellos vuelvan, mi padre se queda en casa, porque se jubila, pero los demás vuelven al mar» valoró, agregando que en las islas Seychelles varios atuneros se encuentran «esperando» a llevar seguridad privada para salir a pescar. Puntualizó que se trata de barcos «de bandera extranjera», ya que aquellos que portan pabellón español «no pueden llevar mercenarios a bordo», aunque añadió que ella no sabe «si sería una solución» frente a la actuación de los piratas.

López, con la seguridad privada

Por su parte, al día siguiente de que su partido perdiera una votación en el Parlamento de Gasteiz después de que PNV y PP unieran sus votos para pedir la presencia de militares españoles en los pesqueros, Patxi López salió en defensa de la actuación de su Gobierno y del Ejecutivo español. Así, frente a quienes exponen el modelo francés como ejemplo a seguir en el Índico, el lehendakari afirmó que los buques con bandera gala tienen que asumir los gastos -unos 50.000 euros al mes- que suponen incorporar militares a los barcos, mientras que las instituciones lideradas por el PSOE «se han comprometido a cofinanciar la seguridad».

En este sentido, recordó que el 15 de setiembre se adoptó en la sede del Ejecutivo en Lakua un acuerdo para permitir a los armadores incorporar personal de seguridad privado con fusiles de largo alcance y la disposición de ambos gobiernos a confinanciar las medidas de seguridad.

Curiosamente, en el debate del viernes el parlamentario del PSE Benjamin Atutxa rechazó la presencia de militares en los barcos argumentando que esto no retraería a los piratas y sólo elevaría la tensión y el nivel de violencia, algo que igualmente sucedería con la presencia de mercenarios, que ayer defendió López. En aquel debate, grupos como EB y EA, que suscribieron la misma moción que el PSE, rechazaron la militarización de la zona y la presencia de personal armado en los barcos.