«El golpe de Estado en Honduras podría repetirse en Ecuador»
Abogado y líder sindical hondureño, Erasto Reyes, es uno de los representantes del Frente Nacional de Resistencia, una coordinadora que ha encabezado la movilización social contra el golpe de Estado de Roberto Micheletti.
Alberto PRADILLA |
Más de cien días después de que Manuel Zelaya fuese expulsado de Honduras y con el depuesto presidente encerrado ahora en la Embajada brasileña en Tegucigalpa, el dirigente izquierdista apuesta por una asamblea constituyente como alternativa al Gobierno golpista de Roberto Micheletti.
Además, distingue entre los partidarios de Zelaya y aquellos que demandan su restitución como una cuestión democrática pero que abogan por intensificar las reformas en el país, al tiempo de que advierte de que el riesgo de un enfrentamiento armado no ha desaparecido.
Honduras se encuentra en una situación crítica desde el pasado 28 de junio, cuando el Ejército expulsó al presidente Manuel Zelaya e impuso a Roberto Micheletti al frente del Ejecutivo. Desde entonces se han sucedido las protestas contra el golpe de Estado. ¿Qué papel juega el Frente Nacional de Resistencia en la movilización contra el Gobierno de facto?
El Frente se constituyó días después del golpe de Estado y es un espacio de movilización y coordinación. Pero no somos seguidores de Zelaya. Él ya tiene a los miembros de su partido, nosotros constituimos un bloque que le criticaba durante su Gobierno. Hemos mantenido nuestra independencia como movimiento social, sindical y popular.
Los golpistas se han escudado en la convocatoria de un referéndum para poner en marcha una asamblea constituyente...
Tratan de confundir a la opinión pública asegurando que la encuesta era un referéndum. Pero era una encuesta para consultar a la gente sobre su disposición a convocar una asamblea constituyente. Los resultados no eran vinculantes y carecían de valor jurídico. Esto no ha sido más que una justificación para el golpe de Estado. Aunque aspiramos a revisar la constituyente como una salida, una refundación del Estado de Honduras.
¿Qué papel han jugado los militares en este golpe de Estado? Expulsaron a Zelaya pero luego han colocado a un civil como presidente y están dispuestos a convocar elecciones...
La mayoría de los militares hondureños fueron entrenados en la Casa de las Américas, el centro de entrenamiento del Comando Sur de Estados Unidos para América Latina. Allí se educaron todos los dictadores como Pinochet o Varela. Aunque Obama no esté inmerso en este golpe, sí que lo está la CIA. Se especula con que los militares recibieron millones de dólares para que dieran el golpe de Estado contra Zelaya.
¿Cómo valora la respuesta de la comunidad internacional?
La comunidad internacional ha tenido buenas posturas, pero necesitamos cosas más concretas. Que se tomen medidas. Por ejemplo, que sigan reconociendo a Zelaya. Que abran sus embajadas a la gente que está siendo perseguida. Que no se financie ni se dé apoyo el proceso electoral que quieren montar los golpistas. Lo que no puede ser es que no se reconozca al presidente que salga de estos comicios pero que se le de apoyo por debajo de la mesa, o enviando observadores internacionales. Esto sería una traición.
Ahora el Gobierno golpista habla de convocar unas elecciones, ¿cuál es la posición del Frente ante estos comicios?
Hemos llamado al resto de candidatos no golpistas a que no tomen parte en los comicios para no legitimarlos.
Mientras tanto, Manuel Zelaya continúa exiliado en la Embajada brasileña, ¿qué escenarios se plantean de cara al futuro?
Nuestra solución pasa por la restitución democrática y la convocatoria de una asamblea constituyente. Tenemos claro que vamos a ganar esta lucha, con o sin Zelaya. Aunque si intentan matarle, el escenario se volvería completamente incontrolable. Por el momento hemos mantenido un discurso pacífico, no violento, pero si llegasen a matar a Zelaya habrá gente que querrá lanzarse contra el Ejército y desatar la violencia en las calles del país.
¿Existe la posibilidad de una guerra civil?
No se descarta. Preferiríamos que no se diera, no porque seamos cobardes o tengamos miedo, sino porque no queremos derramar la sangre de un pueblo que no se lo merece.
¿Qué impacto puede tener el golpe de Estado padecido por Honduras en el resto de América Latina?
El golpe de Estado en Honduras no es algo aislado. Decidieron hacerlo allí porque pensaron que no habría resistencia. Pero después lo implementarán donde lo consideren oportuno. No me extrañaría que a partir de enero se repitiese un golpe de Estado en Ecuador. Estados Unidos quiere seguir manteniendo el control para garantizar la explotación de los recursos naturales. Se dice que Hugo Chávez es el responsable de esto, pero no es así. Es la acumulación del descontento lo que provoca la rebelión de nuestros pueblos, no sólo en Honduras. La vida de América Latina es algo patético, a excepción de Cuba y Venezuela. Y cuando un presidente reconoce esos derechos que tiene el pueblo, le dan un golpe de Estado. Nos acusan de ser amigos de Chávez o de Fidel, ¿y qué delito tiene eso? Otros fueron amigos de Pinochet, un gran asesino. El futuro está en la lucha de América Latina, somos el continente de la esperanza.
«Existe la posibilidad de una guerra civil, pero no queremos que se derrame sangre de un pueblo que no se lo merece»