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Karakorum Torre Sin Nombre

Los Huber liberan totalmente la histórica vía «Eternal Flame»

Fue el pasado agosto en cuatro jornadas de trabajo. Los escaladores alemanes resolvían las dos únicas incógnitas y para ello se valieron de varias variantes. Las 24 tiradas de esta línea quedan definitivamente con unas dificultades técnicas de hasta 7c+.

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Andoni ARABAOLAZA | DONOSTIA

Por fin, tras 20 años de su apertura y algunos intentos de calidad, el nudo queda definitivamente resuelto. Un nudo con nombre de liberación que llega con todos los honores a las vitrinas de la historia del alpinismo. Así, el «rotpunkt» de la legendaria vía «Eternal Flame» (Torre Sin Nombre, 6.251 m, Karakorum) lleva el sello de los hermanos Huber: Alex y Thomas. .

Ya han transcurrido dos décadas desde que la cordada formada por Kurt Albert, Wolfgang Güllich, Milan Sykora y Christoph Stiegler abriera una de las catalogadas rutas más bellas del mundo: «Eternal Flame». Enclavada en la no menos espectacular Torre Sin Nombre (6.251 m) del grupo del Trango del Karakorum. Ese sobresaliente cuarteto dibujó en su espolón sur esta joya que abría las puertas a la escalada en libre en picos muy altos.

Si la liberación de los Huber es de por sí una actividad cum laude, la de los aperturistas no se queda atrás; nos atrevemos a decir que todavía tiene más importancia por su visión de trasladar la escalada libre a las grandes alturas. Los Gülich y compañía completaban esta ruta de 650 metros superando dificultades técnicas de 7b+ en libre y A2 en artificial. En total, un recorrido aproximadamente en libre del 80%. Un hito para la historia del alpinismo. Así pues, el siguiente reto de los alpinistas sería lograr el tan ansiado punto rojo. Esta extraordinaria vía atraería enseguida las miradas de los escaladores del todo el mundo.

El primero que ponía el listón alto era Denis Burdet. El suizo resolvía dos de los cuatro largos escalados en artificial. Era hace 6 años cuando Burdet realizaba esa gran actividad que llevaba el 7c a la gran altura. Faltaban de esta manera 2 incógnitas por resolver: la décima tirada y el péndulo.

Dos años más tarde, era Iker Pou quien se atrevía con la «invitación». No pudo con las dos tiradas, pero para la décima encontraba una variante que la escaló en «top rope» con una dificultad propuesta de 8a.

Finalmente, llega el año 2009 y la aparición en escena de dos ilustres de las liberaciones en tapias tanto en pequeñas como en grandes alturas. Nos referimos a los hermanos Thomas y Alex Huber.

Según señala a GARA Thomas, la liberación de «Eternal Flame» era un reto que no podían dejar escapar: «Después de nuestra existosa expedición a la Antártida, nuestro siguiente viaje nos llevó a Pakistán, a la Torre Sin Nombre. Fueron 7 semanas de expedición. Era nuestro turno, y para el 24 de julio ya nos encontrábamos en el campo base. La verdad es que hemos sido increíblemente afortunados. El tiempo hasta entonces fue muy malo, ya que habían caído toneladas de nieve en el Karakorum. Pero tuvimos el privilegio de una escalada en muy buenas condiciones. Después de 10 días, pudimos establecer el campo 2 en una soleada terraza. Teníamos mucha curiosidad, y ese mismo día nos metimos en plena vía. Queríamos saber qué secretos tenía la ruta, y, sobre todo, de qué iba ese segundo largo. Lo vimos factible, a pesar de que la travesía en un granito muy bueno apenas presentaba agarres de consideración. Pero tuvimos nuestra oportunidad. Desde el principio del péndulo subimos unos 30 metros por unas fisuras finas y luego seguimos a la izquierda por una sección vertical. Escalamos unas placas, y funcionó. A las dos variantes les hemos llamado «Come on Baby» y Light My Fire» con dificultades de 7a+».

Buenas condiciones

De esa manera, los Huber abrían de forma muy clara las puertas a una posible liberación total de la «Eternal Flame». Pero, cómo no, el tiempo no iba a ser del todo estable. Empezó a nevar y los escaladores tuvieron que replegarse en el campo base. Tras tres días de descanso, desde Innsbruck les llegaba el parte del tiempo.

Un parte que, como nos comenta Thomas, les motivaría de forma contundente: «Nuestro colega Karl Gabel nos anunció una semana estable y perfecta para la escalada. Seguramente no tendríamos una mejor oportunidad. Muy temprano, hacia las 3 de la madrugada, nos pusimos en marcha. Seis horas más tarde llegamos al campo 2 a 5.500 metros de altura. Después de una breve pausa seguimos con nuestro propósito. Por delante iba Mario Walder. Su trabajo era fijar cuerda para que nuestro fotógrafo Franz Hinterbrandner subiera por ella para filmar y sacar fotos durante el ascenso. No realizamos ninguna toma añadida. Todas las fotos y filmaciones fueron tomadas durante la ascensión real».

Como es habitual en los hermanos alemanes, los largos se reparten; es decir, cada uno escala el largo que le toca. Y el primero, de cuarto grado, lo lideró Alex. Llegan al largo del péndulo, y lo evitan por las dos variantes antes citadas («Come on Baby« y «Light My Fire»), siguen por otro largo de fisura, «Come Together», y se unen directamente con la ruta original. Escalan tres tiradas más hasta que son retenidos por el agua que chorrea de las paredes que tienen por encima.

Segunda jornada en acción. Para calentar, suben los largos fijados el día anterior, y se meten de lleno con tiradas más duras: «El primer largo era de 6c, no duro pero sí tenía su cosilla, y es que estaba tapizado en parte por una fina capa de hielo. Llegamos a la décima tirada que nos abriría la puerta del éxito, «Eternal Burning». Aquí, Iker Pou creó una variante en libre por la derecha. Una travesía en una placa muy dura que le llevaría a una fisura, que en su caso estaba llena de hielo. A partir de las 2 de la tarde ese hielo se derretía dejando completamente empapada la fisura. Era una buena propuesta, pero para ello necesitas que esté en buenas condiciones. Nosotros encontramos otra solución a esta tirada. Creamos una variante más a la derecha. 20 metros más arriba se unía a la variante de los Pou. Fueron dos nuevas tiradas: «Wish You Were Here» y «Burn for you»; ambas de 7c+. De esta forma cerramos una gran segunda jornada de trabajo».

El tercer día iba a ser el de cumbre, pero finalmente no fue así. Empiezan por tres largos que no les dieron problemas; sí, en cambio, otra tirada de fisura por lo extremadamente delgada. 15 metros muy duros. De nuevo tuvieron que hacer frente a un problema de 7c+. Superan la sección, pero las fuerzas no daban para mucho más. Así pues, en vez de tirar a cumbre, deciden hacer vivac. Última jornada. Por delante dos fisuras de 6c, y ya en terreno más fácil llegan a la cumbre.

«Estamos rodeados por todos los gigantes del Karakorum. Fue una gran aventura que sonaba como una canción de rock, escrita hace 20 años por nuestros grandes ídolos Güllich y Albert. Y ahora hemos tenido el placer de añadir un par de nuevas líneas a la mejor canción de rock and roll del Karakorum. Ha sido una declaración de amor en un momento muy especial», añade Thomas.

punto rojo

Los hermanos Huber han tenido el honor de liberar una de las más famosas rutas de alta montaña del mundo: «Eternal Flame». En cuatro jornadas resolvieron tiradas de hasta 7c+.

Nuevas variantes

Los escaladores alemanes fueron capaces de resolver las dos tiradas claves: la décima y el péndulo. Para superar dichas secciones crearon nuevas variantes.

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