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Fin del plan renove del mueble con el sector desbordado por el papeleo

En menos de un mes, el presupuesto reservado por Lakua para descuentos en la compra de muebles, colchones y lámparas se ha agotado. Las tiendas reconocen que el plan ha movido la actividad hasta desbordarles entre papeles y una mayor afluencia de clientes, pero critican que su duración se haya quedado corta para un tipo de compras que requiere más tiempo. Lakua adelantó su final al pasado viernes.

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Nerea GOTI |

«Estamos desbordados» era la frase más repetida en la mayor parte de los establecimientos consultados, mientras apuraban los últimos días para cerrar operaciones que puedan entrar en el plan renove del mueble impulsado por el Gobierno de Lakua. En todos los casos reseñan una doble razón; están desbordados por la afluencia de clientes y por la información y trámites que se ven obligados a realizar a cuenta de las famosas ayudas.

«Ha sido un caos, ha venido mucha gente y ha habido falta de información. Nos hemos informado como hemos podido. Menos mal que la gente en la mayoría de los casos ha respondido bien cuando se le ha llamado para firmar los papeles que exigía el Gobierno vasco», señalan desde una conocida mueblería afincada en Bedia.

En algunos casos, no obstante, el plan renove no ha tenido el efecto avalancha que muestran algunas tiendas. Algunos establecimientos entrevistados por GARA señalan que las ventas se han movido pero no al punto de estar desbordados.

«Ha habido más movimiento pero no hemos hecho tantas operaciones», reconocen desde una tienda de Ispaster, donde señalan que algunos clientes se han quejado de las condiciones de concesión de las ayudas y otros incluso han renunciado al descuento al requerir la tramitación de papeles.

En Gernika, una colchonería apunta que han hecho más presupuestos que operaciones, pero subraya que al menos ha servido para mover la actividad.

Otra de las cuestiones de las que se quejan algunas tiendas tiene que ver con que muchos clientes condicionan la compra a la concesión del descuento, con lo que muchas operaciones están aún en el aire.

El conocido como Plan Renove del mueble lanzado por Lakua disparó las expectativas de vendedores y consumidores, ante lo que se presentaba como una gran oportunidad; una rebaja del 25% en la compra de muebles para el hogar, colchones y lámparás de más de 300 euros, que podía llegar a alcanzar los 1.000 euros. Un buen número de consumidores se lanzó a aprovechar la ocasión para hacer la compra deseada o adelantar un gasto que de todas formas debía realizar. Ya en la tienda y con el presupuesto en la mano llegaron las aclaraciones a cargo del vendedor.

«Una locura»

A muchos establecimientos la noticia del descuento llegó como al resto de la ciudadanía, a través de los medios de comunicación, les tocó primero adherirse al plan y clarificar después a los clientes las condiciones de acceso a las ayudas y esto ha supuesto un gran esfuerzo para la mayoría de las tiendas. «Para los pequeños establecimientos, al menos, ha sido un poco locura, porque el mismo día 15 -fecha a partir de la que se realizaba el descuento- nos enteramos de la medida y después de todo un día llamando al Gobierno vasco para conseguir información, fue a través del gabinete técnico del comercio como conseguimos la información necesaria; el día 17 conseguimos adherirnos al plan y el día 24 recibimos la confirmación, con lo que ha habido muy poco tiempo», explicaron a GARA desde una pequeña mueblería de Laudio. «El descuento del 25% afecta al precio del producto sin IVA y para acceder a su concesión hay que hacer una serie de papeles en internet para hacer la solictud al Gobierno vasco y esperar a que responda si concede o no la ayuda», precisan los establecimientos.

El anuncio de Lakua señalaba que estas ayudas, cuya concesión vencía el 31 de diciembre, estaban sujetas a una partida de dos millones de euros, luego ampliada, pero finalmente el Ejecutivo adelantó el cierre del plan al pasado viernes, sin que haya llegado a durar un mes.

Los fabricantes lamentan que plazo y dinero se han quedado cortos

La Asociación de Fabricantes de Muebles, Complementos y Auxiliares del País Vasco, Enbor, opina que el plazo del Plan Renove Mobiliario, se ha quedado corto para realizar compras que requieren de «un proceso de maduración», como dormitorios, salones y cocinas.

La secretaria general de esa asociación, Leire Aldabaldetreku, explicó que el tipo de productos que fabrican sus asociados implica que los clientes mediten su decisión y hagan «varias visitas a la tienda», ya que se trata de un importante desembolso económico y es necesario hacer un proyecto de decoración por cada compra. En un principio, estaba previsto que las subvenciones a la compra de muebles (hasta un 25% del importe y con una ayuda máxima de 1.000 euros por hogar) se prolongaran desde el 15 de setiembre hasta final de año, pero finalmente Lakua lo acortó y el plazo para acogerse a estas ayudas concluyó el pasado viernes por lo que «a muchos clientes no les ha dado tiempo» a tomar una decisión, afirma. En las tres semanas y media de aplicación del plan, las compras efectuadas «han sido más impulsivas o de sofás y colchones», mientras que «las que necesitan más maduración se están empezando a producir ahora, cuando se termina el plazo», lamentó Aldabaldetreku. Además, opinó que los dos millones de euros del plan «se quedan cortos y que el dinero se ha agotado en seguida». No obstante, precisó que eha sido positivo para el sector porque durante su aplicación los comercios han registrado «mucho movimiento». Pese a ello, las ventas cerradas no se han traducido aún en pedidos para las fábricas. GARA

43.387 solicitudes

Se han gestionado 43.387 solicitudes de ayudas para las compras -una por hogar-. El consejero de Economía, Carlos Aguirre, señaló que Lakua se ha visto obligado a ampliar la partida para pagar las ayudas, hasta alcanzar los 19,8 millones de euros.

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