GARA > Idatzia > Ekonomia

CRÓNICA Salud laboral

Polémica sobre el alto coste de la normativa REACH de control químico

La normativa europea de control de las sustancias químicas ha despertado durante las últimas semanas una importante polémica, porque algunos técnicos consideran que el coste se disparará por la elevada utilización de animales de laboratorios. La Agencia Europea de Productos Químicos mantiene que el presupuesto es el previsto, aunque reconoce que hay un retraso.

p021_f01-250x92.jpg

Juanjo BASTERRA

La norma europea REACH sobre registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas entró en vigor junio de 2007. En este momento, se encuentra en una fase de control de productos y publicación de listas de sustancias.

A final de setiembre, la Agencia Europea de los Productos Químicos, (ECHA) publicó quince nuevas sustancias para incluir en el listado de las que necesitarán autorización para su uso, por su elevado poder dañino contra la salud de las personas. Según un comunicado de la agencia, entre las quince sustancias, que se une a otra lista anterior de otras quince más, nueve tienen propiedades cancerígenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción. «El proceso REACH en este momento tiene por objeto identificar las sustancias químicas más peligrosas en el mercado europeo, a fin de controlar sus riesgos vinculados a las diferentes utilizaciones, para sustituirlos por alternativas más seguras».

Alto coste en animales

En torno a ese procedimiento, durante las últimas semanas se ha vivido una intensa polémica porque el profesor Thomas Hartung, antiguo director del Centro europeo para las Alternativas a las pruebas sobre los animales (CATA), aseguró que el estudio y control de esas sustancias por parte de la Agencia ECHA necesitaría 54 millones de animales de laboratorio, lo que representaría un coste de 9.500 millones de euros. «Lo que suponía veinte veces más eb animales y seis veces más sobre los costes inicialmente previstos en la normativa REACH», dijo.

Sin embargo, la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) desmintió esas cifras y dijo que para el control de las sustancias químicas se utilizarán nueve millones de animales de laboratorio, que tendrán un coste de 1.300 millones «para realizar esas pruebas». Sin embargo, algunos especialistas reconocen que el proceso se alargará, por lo que el presupuesto inicial se verá superado, aunque no tanto como predijo Hartung.

La importancia de este control y evaluación de las sustancias nadie lo duda. En el Estado español mueren cada año 4.000 trabajadores por la exposición laboral a sustancias cancerígenas y se estima que más de 30.000 sufren enfermedades profesionales ligadas a la exposición a sustancias tóxicas, según las estimaciones realizadas por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (Istas).

La Confederación Europea de Sindicatos (CES) solicitó a los Estados miembros y a la Comisión Europea en el primer semestre de este año que las 306 sustancias, que las formaciones sindicales tienen controladas por sus efectos peligrosos para la salud, «pasen de inmediato a integrar la lista de candidatas para la autorización de sustancias en el marco del Reglamento REACH», a fin, por otro lado, de agilizar el proceso.

Los trabajadores europeos están pagando un alto precio por la utilización de productos químicos en los lugares de trabajo. Alrededor de una de cada tres enfermedades profesionales reconocidas cada año en Europa se debe a la exposición a productos químicos peligrosos. Diversos estudios apuntan a que más de 100.000 nuevos casos de cáncer laboral ocurren cada año, muchos de ellos causados por la exposición a sustancias químicas en el trabajo.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo