La octava jornada de Segunda B trajo consigo el fin de las rachas negativas que perseguían a Eibar y Sestao River.

Con cara y cruz en el caso de los azulgranas, ya que su primera victoria a domicilio de la temporada se tradujo también en la primera derrota como local para el Izarra, que había saldado con triufo sus dos comparecencias anteriores en Merkatondoa. La tarde empezó bien para los navarros -aunque vieron cómo les anulaban dos goles por fuera de juego-, con el tanto de Etxarri al cuarto de hora, pero Altuna y Sutil respondieron antes del descanso para establecer el 1-2 definitivo. El resultado asienta al Eibar en zona de play-off y deja al Izarra 13º.

Todavía en puestos de descenso, pero más aliviado que una semana atrás, se encuentra el Sestao River tras imponerse en su visita al Montañeros (0-2). Dos goles de Etxabe sentenciaron el choque antes del descanso, poniendo fin a una sangrante racha de cinco derrotas consecutivas para los verdinegros. En la segunda parte, ni siquiera la expulsión de Josu, cuando restaba casi media hora para el final, alteró el orden de un River que tuvo maniatado a un rival obtuso.

Bilbao Athletic, Osasuna Promesas y Barakaldo se llevaron la parte negativa de la jornada. En el duelo de filiales, el rojiblanco cayó (2-0) en su visita a un Celta B que sigue sorprendiendo. Lo cierto es que el Bilbao Athletic mereció mejor fortuna en un encuentro en el que realizó un buen trabajo: arrancó mucho mejor que su anfitrión, llegó con peligro en la primera parte, defendió casi sin mácula y tocó el balón de maravilla. Pero todo se vino abajo cuando el Celta incrementó su presión en la segunda parte. Así forzó un par de pérdidas de balón que Toni y Pablo Lede aprovecharon para anotar los goles que dejaban los puntos en Vigo.

Cambios fundamentales

A otro filial, el de Osasuna, ni siquiera le quedó el consuelo de la buena imagen. Aunque la bondad de los centrales rivales dio alguna opción a los rojillos, el Palencia acabó llevándose la victoria (2-0). Resultó fundamental la entrada de Víctor en la segunda parte, ya que de sus botas nacieron las oportunidades más claras para el cuadro morado. Paulino y Chuchi no las desaprovecharon.

Los cambios también resultaron claves en la derrota del Barakaldo en Pontevedra (1-0). Los fabriles merecieron mejor resultado en un encuentro que dominaron de inicio, aunque se precuparan más de secar a su rival que de buscarle. Tras el descanso, el Barakaldo estiró líneas y eso propició un partido más alegre. Sin embargo, el marcador no se movió hasta que Iván Carril y Adrián Cruz no saltaron al campo. Ambos dibujaron una gran jugada para para que el segundo anotase el 1-0. El Pontevedra aguantó los veinte minutos posteriores encerrado en su área y pidiendo la hora.