El viento ha arrasado el primer campo de altura, el vivac Scott, donde la alpinista guipuzcoana Edurne Pasaban tenía previsto pasar la noche de ayer en el camino para tratar de coronar la cumbre del Shisha Pangma el miércoles. Este imprevisto ha complicado mucho la ascensión, ya que tras constatar que no había quedado nada en el vivac Scott, los expedicionarios tuvieron que retornar al campo base avanzado. «Se lo ha llevado todo, las tres tiendas, los sacos, las esterillas, los buzos, los piolets y los infiernillos», explicaron.