Hace ya varias semanas que el líder kurdo, Abdullah Ocalan, entregó su «Hoja de Ruta» a las autoridades turcas. Ocalan permanece confinado y aislado en la isla-prisión de Imrali, desde donde ha ideado y escrito una estrategia política para avanzar en sus objetivos y, a su vez, para facilitar un proceso de negociación. Ante la negativa del Gobierno a hacer pública esa propuesta de paz, Ocalan ha decidido dar otro paso más en favor de la resolución del conflicto político que enfrenta a su pueblo con el Estado turco y, a través de sus abogados, ha hecho llegar a su pueblo y a la comunidad internacional los elementos centrales de su planteamiento. Los pilares de su propuesta son la democratización de Turquía y su necesario encaje constitucional en la República, el respeto a la cultura kurda, el derecho del pueblo kurdo a decidir su futuro, la necesidad y posibilidad de convivir y, por último, el derecho del pueblo a defenderse y a organizarse para garantizar su propia seguridad dentro del marco de los acuerdos y de un proceso de desmilitarización.

En su comunicación al exterior Ocalan ha desvelado también otros elementos relevantes de cara a conocer las posibilidades reales de que se entable un proceso de negociación. Una revelación importante es que EEUU ha retirado su apoyo al proceso, que siempre estuvo condicionado a sus intereses geoestratégicos en la región. Esto indica que la Unión Europea puede pretender mantenerse también al margen, pero las potencias europeas deberían valorar el esfuerzo de los kurdos e incluir esta cuestión en sus relaciones con Ankara. En cuanto a la metodología del proceso, el líder del PKK delega en el DTP, el principal partido de los kurdos del norte, la representación de la parte kurda. Por supuesto, eso no significa que él mismo o la organización armada se inhiban, sino que de darse esa situación, será el partido el que lleve «el peso de las negociaciones».

En definitiva, la propuesta de Imrali supone un esfuerzo ímprobo por parte de Ocalan y del movimiento kurdo para buscar una solución al conflicto político. Asimismo, responde muchas de las cuestiones pendientes sobre la posición kurda. Queda por ver si el resto de agentes serán capaces de ver la verdadera dimensión de la propuesta.