Una operación de las Fuerzas Armadas paquistaníes puso fin ayer a más de veinte horas de ataque talibán contra el cuartel general del Ejército en Rawalpindi, tras liberar a decenas de personas que los insurgentes mantenían como rehenes.

Las fuerzas especiales consiguieron rescatar a 39 personas con vida, entre soldados y funcionarios, que los milicianos retenían, pero otros tres fallecieron, según confirmó el portavoz militar Athar Abbas.

El operativo, que se llevó a cabo en dos fases, comenzó a las 6.00 horas locales [las 2.00 en Euskal Herria] y se prolongó por más de tres horas.

El balance total del ataque es de 19 muertos, de los que ocho son militares, otros tantos milicianos -sólo uno de los que sobrevivió fue detenido- y tres rehenes. Además, otros siete soldados sufrieron heridas en el transcurso de la operación.

Abbas calificó de «éxito» la operación y aseguró que «la situación está ahora totalmente bajo nuestro control».