Derrota ante el Manresa
Muchos héroes, pero pocos indios
Al juego donostiarra le faltó consistencia y, aunque en los minutos finales cerca estuvo de remontar, sumó su primera derrota en casa.
LAGUN ARIO GBC 77
MANRESA 80
,Arnaitz GORRITI | DONOSTIA
Entre Panko y Barbour, Lagun Aro Gipuzkoa Basket llegó a ponerse dos puntos abajo en la recta final del estreno liguero. Sin embargo, al Suzuki Manresa no le tembló la mano desde la línea de tiros libres, de modo que amarraron una victoria que merecieron por haber jugado mucho mejor en los 40 minutos.
El principal problema de este Lagun Aro Gipuzkoa Basket es -ayer lo fue- que le sobran héroes, pero le faltaron indios en el transcurso del choque. Faltaron obreros que dieran consistencia al juego donostiarra, sobre todo en los puestos de base y de pívot. Cuando le vio las orejas al lobo -o todo perdido, mejor dicho-, el cuadro local apretó y cerca estuvo de remontar. Ahí no faltó quien pidiera el balón y resolviera las jugadas con cierto criterio. Pero antes de ponerse frac hay que saber bajar a la mina.
Y es que en los primeros minutos los hombres de Laso se dedicaron al «toreo de salón», con Barbour en plan Juan Palomo en ataque y una defensa brillante... por su ausencia. Ante semejante panorama, los del Bagés parecían los Utah Jazz de Stockton y Malone, con San Miguel y Cusworth haciendo y deshaciendo como les daba la gana.
Las cosas cambiaron tras el tiempo muerto de Laso, con 12-25 en el luminoso. Rai López, que debutaba en la ACB, entraba en lugar de Sergio Sánchez, y aquello fue mano de santo. A base de voluntad más que de técnica, el base malacitano contagió a los suyos de entusiasmo y vitalidad, haciendo que los locales se arrimaran tras un parcial de 9-0: 21-25.
Pero el entusiasmo en el baloncesto es como la gaseosa. Lagun Aro GBC demostró en cada acción estar aún muy verde, y ante rivales de su liga como el Suzuki Manresa, esa inmadurez se paga.
Los de Ponsarnau no perdieron la cabeza, y de la mano de secundarios como Gladyr, que demostró tener una mano muy fina en el lanzamiento triple, y el ex baskonista Jordi Grimau, se llegaba al descanso con 40-47 para el cuadro catalán.
Mucho que mejorar
No es cuestión de ponerse alarmista a las primeras de cambio, pero la diferencia entre locales y visitantes estuvo, básicamente, en que los de Ponsarnau, como es habitual en ellos, prepararon el arranque liguero al milímetro y los de Laso no.
El Suzuki Manresa siempre supo qué hacer con el balón o cómo defender a su rival, mientras que en el equipo donostiarra los ataques se movían por inspiración, además de que sufrieron horrores para meterlas de tres. Por contra, los del Bagés anotaron diez triples.
Tras el 53-64 con el que acabó el tercer período, los hombres de Laso lograron un parcial de 7-0 y parecía que las cosas tenían arreglo, aunque Jordi Grimau e Ivanov trataban de impedirlo. Y es que el Suzuki Manresa no tiene niguna estrella rutilante, pero sí un buen equipo de profesionales que suma su talento para hacer un equipo competitivo. Hasta cinco de los jugadores visitantes superaron la decena de puntos y juntos, pese a la presión ambiental, superaron las peligrosas eliminaciones por faltas de San Miguel y Gladyr.
Sin tiempo para llorar, los donostiarras tendrán que vérselas este miércoles ante el Real Madrid de Ettore Messina.
El Suzuki Manresa no tiene un jugador referente, pero sí un puñado de buenos jugadores que, cada cual con sus habilidades, suman hasta conjugar un equipo competitivo. Hasta cinco hombres superaron la decena de puntos.
Sin poner paños calientes, Pablo Laso aceptó la suerte del partido. Su análisis mostró los males de su equipo en un arranque tardío, algo que achacaba a la ansiedad.
«Para nosotros las ACB ha empezado cinco minutos tarde. Ellos han metido 25 puntos en los cinco primeros minutos, que es lo que ha marcado la diferencia. Ellos han podido tener paciencia mientras nosotros hemos tenido que ir dando pasos en defensa y hemos conseguido llegar vivos a los tres-cuatro últimos minutos, pero ellos han estado acertados en el tiro libre, donde se ha decidido el partido».
El técnico gasteiztarra opinaba que «somos un equipo que necesita defender y en los primeros minutos del primer tiempo y en el tercero no ha sido así». En cuanto a números, «la diferencia está en el tiro de tres puntos», terminó.
G.