Vuelve la película que revolucionó la animación digital
«Toy Story 3 D»
Como adelanto del estreno el próximo verano de la tercera parte de la saga «Toy Story», llega a las pantallas una versión en formato 3D de la película original, a la que seguirá, allá por primavera, la continuación realizada hace diez años. Supone toda una novedad para los adolescentes y niños que ni siquiera habían nacido cuando se estrenó en las salas de cine, porque no ha perdido su vigencia tanto en el aspecto técnico como en el conceptual.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Se ha dicho que el secreto del éxito de Pixar está en los guiones de sus películas de animación, con los que no pueden competir las compañías rivales. No hay más que fijarse en la anécdota argumental que vertebra «Toy Story», película que marcó toda una revolución dentro del género hace ya casi quince años, porque encierra una aleccionadora fábula sobre los tiempos cambiantes.
John Lasseter, creador del largometraje y del estudio, sabía muy bien que las nuevas técnicas de animación no podían llegar al corazón del público sin el contrapeso de los sentimientos. No se pueden presentar robots o máquinas desalmadas a los niños que acuden a los cines acompañados de sus padres, por eso esta historia de juguetes que cobran vida en ausencia de los humanos insiste en que las pilas no lo son todo para hacerlos funcionar.
Los juguetes, de hecho, no son sino una proyección imaginaria de las contradicciones de sus dueños infantiles. En los 90 el consumismo empezaba a ser una obsesión para los más pequeños, a los que en las familias de los países desarrollados no se les negaba nada. Es en ese contexto de falso expansionismo económico donde nace «Toy Story», que presenta la emotiva tragedia del anticuado vaquero apunto de ser relegado por un futurista astronauta, en cuanto plasmación del eterno dilema entre lo viejo y lo nuevo.
No es de extrañar que el «cowboy» Woody y Buzz Lightyear formen parte ya de la cultura moderna, siendo dos referencias obligadas a la hora de orientar a las nuevas generaciones sobre la necesidad conservacionista frente al progreso destructivo, apostando por una postura conciliadora entre los avances tecnológicos y el respeto por el legado de nuestros antepasados.
John Lasseter es un loco de la animación que aprendió el oficio en los estudios Disney, coincidiendo en su etapa de estudiante con Brad Bird y Tim Burton. Pasó luego a la Industrial Light and Magic, la compañía de George Lucas, de la que se independizó para formar Pixar. El lanzamiento del nuevo estudio se debió al éxito de sus cortos «Luxo Jr.» y «Tin Toy». Del primero surgió el conocido logotipo del flexo y del segundo, bien desarrollado, el primer largometraje titulado «Toy Story». Después dirigiría «Bichos», «Toy Story 2» y «Cars». En la actualidad es el director creativo de Disney, que es la nueva dueña de Pixar, y se encarga personalmente de la realización de «Toy Story 3». M. I.