SAN MAMES BARRIA
Idoia Mendia se aferra al preacuerdo alcanzado por Macua y López
A.U.L. | BILBO
De oca a oca, el turno de réplica fue ayer para Idoia Mendia. La portavoz del Gobierno de Gasteiz insistió ayer en la utilización pública del nuevo San Mamés como condición ineludible para la entrada del ejecutivo que representa en el proyecto y recordó, en este sentido, el preacuerdo alcanzado por Patxi López y Fernando García Macua en la reunión que mantuvieron hace unas semanas.
«Dejamos claro desde el primer momento que si participábamos en el proyecto -recordó Mendia en declaraciones a Euskal Telebista- era para que tuviese principalmente un uso público porque sólo así se puede justificar el empleo de dinero público. Porque, si al final, el uso va a ser privado, los ciudadanos no entenderían que el Gobierno vasco, más aún corriendo los tiempos que corren, usase el dinero de todos para construir el estadio». Un aspecto fundamental para el ejecutivo de Patxi López, que incluso ha recordado por carta a Fernando García Macua que debe ser la sociedad San Mamés Barria la que decida el uso que se dé al nuevo estadio. «Está claro que no vamos a entrar a discutir el uso del campo, de la hierba... Pero el resto del estadio, los días en que el club no lo utilice, tendrá que ser público mayoritariamente -insistió-. Sólo así se puede justificar que el dinero de todos los vascos se emplee en un club privado».
Mendia tampoco dejó de referirse a las críticas vertidas la víspera por José Luis Bilbao e Iñaki Azkuna. «Oyéndoles, parece que ellos solos van a construir el estadio», ironizó. «Si esa es su opción... Nosotros tenemos claro cuál es el acuerdo que alcanzamos con el presidente del Athletic y tenemos claro que es una sociedad participada por varios socios. Y será del acuerdo de los socios de donde salga cuáles son esas condiciones para el uso público», insistió.
A votación
Algo sobre lo que los socios del Athletic tendrán mucho que decir. El tema, de hecho, se tratará en la Asamblea General del próximo lunes, tras la solicitud remitida a Ibaigane por 200 socios compromisarios, número suficiente para que la proposición haya sido admitida.
De esta manera, la cita tendrá un nuevo punto a votación, por el que los compromisarios decidirán si la Junta Directiva traslada «que sea condición indispensable que el Gobierno Vasco, al igual que hicieron BBK, Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao, respete y adopte desde su entrada en la Sociedad San Mamés Barria SL, los acuerdos adoptados por la Asamblea de Socios Compromisarios el pasado 23 de marzo de 2007, en especial lo referente a la gestión y explotación de San Mamés Barria que corresponderá en exclusiva al Athletic Club».
Una cuestión a la que de momento se resiste el Gobierno de Lakua que, de hecho, supedita su aportación de 55 millones de euros al proyecto a que la gestión del nuevo estadio se consensúe entre los integrantes de San Mames Barria S.L. y que incluya la utilización pública de las instalaciones. No es el caso de Ayuntamiento -de hecho fue Iñaki Azkuna quien, en cierta medida, originó la polémica el pasado lunes, al recordar la cesión de 11.000 metros cuadrados al club para que puediese aumentar sus recursos-, Diputación Foral y BBK. Estas dos instituciones ya reconocieron hace algo más de dos años, cuando se creó la sociedad -de la que siguen siendo los únicos integrantes oficiales, junto al propio Athletic- que no habría obstáculos para que el uso y gestión del estadio correspondiese al club rojiblanco. Los compromisarios aprobaron pocos días después este planteamiento y el lunes tendrán la posibilidad, no ya de ratificarlo, sino de exigir a la actual directiva que lo haga valer.
Pan para todos
Por otra parte, el presidente del PP Antonio Basagoiti aseguró ayer que en el acuerdo entre su partido y el PSE para los presupuestos del próximo año figura la partida correspondiente al proyecto del nuevo estadio.
Basagoiti criticó a Mendia, Bilbao y Azkuna por generar una polémica «nada edificante» y aseguró que «hay fórmulas para cubrir las dos partes: para proteger los intereses de un club privado que tiene un campo propio y el de una sociedad que tiene que tener entrada en un campo en la que van a participar las instituciones».