Josune Ariztondo, diputada de Cultura, compareció ayer por petición propia en la Comisión de Cultura de la Diputación de Bizkaia para explicar los pormenores de los informes sobre la viabilidad del proyecto de un nuevo Museo Guggenheim en Urdaibai, ideada e impulsada por el ente foral vizcaino.

Con un presupuesto de un millón de euros destinado a la realización de los estudios preliminares, aproximadamente la mitad de los informes en los que se viene trabajando, según la diputada, están concluidos, y el resto se acabará próximamente, para ser presentados en diciembre. Uno de los más importantes, el medioambiental, será el último que se llevará a cabo y podría resultar clave.

Ariztondo presentó los resultados de una encuesta realizada a unos tres mil visitantes del museo, en los que alrededor de un 60% se mostraba muy favorable a la ampliación. En fase de proyecto, se remarcó que no se trataría de una pinacoteca al uso sino que, previsiblemente podría tratarse de una factoría de creación, donde las obras se mostrarán en un edificio no rompedor pero si vanguardista, que, al estar situado en la Reserva Natural del Urdaibai, se integraría con la naturaleza. Su superficie edificable estaría restringida a 8.000 m2, en un terreno de ocho hectáreas.

Siempre en base a los informes preliminares, la diputada señaló también que la construcción de la pinacoteca podría crear en torno a tres mil empleos y un millar su mantenimiento, además de situar en torno a 150.000 los visitantes que anualmente visitarían el museo.

Los partidos de la oposición, por su parte, criticaron que la Diputación haya iniciado el proyecto de ubicación de un Museo Guggenheim en Urdaibai sin un amplio consenso político, institucional y social previo, a la vez que expusieron sus dudas e inquietudes sobre un proyecto «complejo que requiere una inversión económica muy fuerte».

Cuestionando si «es realmente una infraestructura museística de tal envergadura necesaria» en Bizkaia -la diputada habló de impulsar de ese modo una zona castigada-, se reprochó a Ariztondo que «el proyecto se está haciendo en base a unas decisiones previamente tomadas y que los informes posteriores (sobre su vialidad) se están haciendo en función de esa idea previa» y pidieron un consenso amplio tras un periodo de reflexión y debate. A lo que la diputada Ariztondo -según la cual, «se están tomando decisiones en tiempos de incertidumbre, pero no se está improvisando»-, replicó que, aunque sería «deseable el consenso político» con las instituciones que pueden estar implicadas en este proyecto, como el Gobierno de Lakua, en su opinión, que si se hubiera esperado al consenso político con el Guggenheim de Bilbo «hoy no lo tendríamos». Además, reprochó al Gobierno de Lakua que «nos dicen que están estudiando el proyecto, mientras manifiestan ante los periodistas no apoyarlo».