Tom Boyle es una banda de Getxo compuesta por Gloria Para (bajo y voz), Diego Gulias (batería) y Xabier Setién (guitarra) -ex componentes de Puck-, junto a Sergio Ayuso (guitarra). Al nombrar a Puck hablamos de la prehistoria de la banda, por donde pasó también Ignacio Garbayo de los Zodiacs -quienes hoy tocan en la Fever-, en una época muy activa que se etiquetó como Getxo Sound, con la implicación del Aula de Cultura y con grupos como El Inquilino Comunista, Los Clavos, Lord Sickness y demás. Pero todo aquello quedo atrás, y una década después aquí está Tom Boyle, banda de la que hablamos con su guitarrista, Xabier Setién.

Tom Boyle es un cuarteto de reciente creación.

Tom Boyle se formó en 2006 y hasta ahora habíamos grabado dos maquetas, que provocaron interés en Internet al ser colgadas en Myspace, hasta que el pasado verano grabamos «Maniobra de aproximación», que acaba de publicarse y en breve se pondrá a la venta.

El disco es, por lo tanto, su carta de presentación.

Es nuestro debut largo, con diez canciones de las que siete estaban ya en la maqueta, aunque alguna como «En otro lugar» -que sonaba lenta y no funcionaba bien en directo-, se ha renovado con un ritmo alegre.

En Myspace reivindican ser «sencillos, que no simples».

Nuestra música es bastante sencilla en la composición, sin mucha técnica ni virtuosismo, no porque no sepamos hacerlo -no nos vale cualquier cosa-, sino porque creemos que con canciones sencillas se puede llegar a la gente. Sin ser conformistas, nos gustan mucho grupos como Ramones o Galaxy 500 que con estructuras simples hacen grandes temas, porque no por ser más técnico ni complicar más las cosas las canciones van a ser mejores. Nos gusta esa filosofía: sencillos pero no simples.

En Bilboloop, dicen que evocan «serenidad y mística».

No sé si «serenidad y mística» es la mejor definición, pero sí que es una música que se basa en el contraste, con una voz tan susurrante y relajante y las guitarras distorsionadas, aunque en el disco han quedado un poco tapadas, dando matices -las hemos bajado para no comernos la voz-. En directo sin embargo son potentes y se contrastan con la voz, que es donde está la gracia del grupo, lo que nos diferencia y lo que gusta.

¿Un directo menos plácido, más enérgico?

En directo la velocidad de los temas es prácticamente la misma, intentamos que no se nos vaya, pero procuramos meter todo el ruido que podamos en potencia y en volumen, siempre que la voz quede por encima porque lo bonito son las historias que se cuentan.

¿Historias envueltas en un aire melancólico?

Las letras, excepto una, las ha escrito Gloria y en ellas habla sobre la comunicación entre personas, los problemas que tenemos para ello -en diferentes situaciones y lugares-, para entendernos o para poder transmitir lo que pensamos. Por otra parte, hay muchas referencias a la naturaleza, como el espacio, el hielo o el aire, que quizás sea lo que le pueda dar esa mística o serenidad a la que aludías antes.

Practican un pop cantado en castellano. ¿Existe una escena en Euskal Herria?

En Euskal Herria, donde se prodiga más el rock, la verdad es que no hemos tenido una receptividad muy alta, y parece que no gusta tanto el pop, quitando quizás en Donostia, donde sí que existe una escena y hay grupos interesantes.

Tras debutar en largo, ¿cómo vislumbran el futuro?

Con vivir el día a día estamos contentos, porque no pretendíamos grabar ni tener repercusión. En el futuro trataremos de seguir tocando -hemos compuesto alguna canción más- y hacerlo lo mejor que podamos, porque tocar bien en directo es complicado. Y en Bilboloop, por ejemplo, habrá alguna sorpresa.