Jon Odriozola Periodista
Tipicoleando
Coll: Haga política y condene la violencia. Tip: ¡si no he hecho otra cosa en mi malhadada vida! Coll: entonces condene a los condenados que no condenan lo condenable y merecen condena perpetua, ojú, digo
Tip: dos y dos son cuatro aquí y en Pekín. Coll: es usted un fundamentalista. Tip: y de Bilbao de toda la vida. Coll: es usted un ortodoxo. Tip: cristiano ortodoxo. Coll: o sea, un sectario. Tip: y tres más tres dan seis. Coll: un fanático, ya digo. Tip: aquí no hay democracia. Coll: encima hereje. Tip: recapitulemos, soy fundamentalista, ortodoxo, sectario, fanático y hereje, ¿no es así? Coll: Sí. Tip: Nunca lo sospeché, ¿qué puedo hacer para librarme de estas lacras? Coll: haga poesía. Tip: ¿versolirismo? Coll: Mismamente. Tip: ¡pero si no sé lo que es un soneto y menos un yambo o un zeugma! Coll: entonces hágase albañil, alarife o alfayate dizque sea ciudadano y vote. Tip: No me gusta el fútbol. Coll: un inadaptado social, qué pena. Tip: blablablá, ¿qué opina? Coll: eso es relativo. Tip: no sabía que fuera usted filósofo. Coll: yo tampoco. Tip: no sabemos nada, salvo que España es Una, Grande y Libre. Coll: justamente. Tip: «vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo, todos manoseaos», decía Discépolo, un tanguero escéptico. Coll: y un relativista como yo. Tip: un cambalache, el mundo es una porquería, ya lo sé, en el 2006 y en el 506 también. Coll: a mí me va bien. Tip: porque tiene principios. Coll: si los tuviera estaría en la cárcel; yo no creo en nada, soy relativista y posmoderno, abomino de los metarrelatos, por eso soy chófer de una ministra y no aspiro a más. Tip: por eso yo era un fundamentalista, un talibán, porque tenía principios. Coll: Exacto.
Tip: Entonces es mejor ver el lado útil de las cosas y ser un pragmático. Coll: Así es. Tip: ¿y hay academias donde aprender estas revolucionarias filosofías? Coll: sí, en la escuela neosofista cuyo lema es todo depende (de lo que paguen) y, si el enemigo convence, decir que eso es relativo y una «doxa», una opinión... como otra cualquiera, y encima pasas por demócrata. También puedes sostener la opinión contraria si te pagan mejor. Tip: Excelente, ¿cómo no se me había ocurrido? Coll: porque tiene principios. Tip: un sarampión. Coll: si fuera relativista, no le habría metido en la cárcel donde ahora se encuentra. El propio Marx decía que había que dudar de todo. Tip: de toda la basura que nos habían metido hasta la fecha, perdone. Coll: es igual, la cita me viene bien como sofista que soy. Tip: me seduce usted. Coll: es lo que tiene el estado de derecho. Tip: eso debe de ser. Coll: por eso está usted en la cárcel, por su culpa, por ser del Athletic de Bilbao, y no por fundamentalista independentista y del entorno, contorno y dintorno de (la) ETA. Tip: Sí, confieso ser un fanático del Athletic y arrostro, contrito y atrito, este delito de leso pueblerinismo.
Tip: ¿y qué puedo hacer ante el brazo civil de la Santa Inquisición que me tortura sin effussio sanguinis? Coll: Haga política y condene la violencia. Tip: ¡si no he hecho otra cosa en mi malhadada vida! Coll: entonces condene a los condenados que no condenan lo condenable y merecen condena perpetua, ojú, digo. Tip: esto ya parece un jeroglífico. Coll: eso es hacer política. Tip: alta política, en qué buenas manos estamos, qué alivio. Coll: ¿no se estará burlando? Tip: ¿se me nota? Coll: no sé, como todo es relativo y yo no tengo principios ni ideas que defender, pues lo mismo recurro al tótem estado de derecho y te fostio a modo. Tip: apasionante, realmente seductor.