Maite SOROA | msoroa@gara.net
Enloquecido de felicidad
Cada día estoy más convencida de que alguno ha enloquecido de alegría al ver a Patxi López en el sillón que le quitó a Juan José Ibarretxe. Iñaki Ezkerra es uno de ellos.
Ayer en «El Correo Español» se empeñaba en dibujarnos la Arcadia feliz: «¿Quién nos iba a decir que hoy Euskadi iba a ser políticamente una balsa de aceite, un modelo de entendimiento, de saber estar, de concordia entre los dos grandes partidos que andan a tortas en todo el resto de España y preferentemente en Madrid? Uno ve la foto de los Presupuestos vascos, la foto de Patxi López y Antonio Basagoiti estrechándose la mano sonrientes, y le entra como un subidón de autoestima. Le dan ganas de sacar pechito». Ya ven como está el tipo.
La hemorragia de satisfacción del personaje no se detiene: «Por primera vez, en treinta años de democracia, están todos a leches menos nosotros. Por primera vez los vascos podemos ver los toros desde la barrera y hacer apuestas y señalar a uno y a otro, al que zurra y al que le están zurrando. Yo es que estoy cansado de andar dando pena toda la vida y ahora me apetece vender `Euskalandia', el paraíso en la Tierra del pluralismo, el pacto, la convivencia y el buen rollito». En realidad creo que vive en Babia o el Raticulín, como Carlos Jezú, más sonado el pobre que las maracas de Antonio Machín.
Según Ezkerra, «En `Euskalandia' ahora todo el mundo se lleva tan bien como Rodolfo Ares y Arantza Quiroga en el desfile de las Fuerzas Armadas del día del Pilar; la gente se regala flores y poemas por las calles, los socialistas y los populares se abrazan y se dan besos en los ascensores de los bancos o en los jardines públicos; hasta los nacionalistas se muestran agradecidos por perder el poder y humillados no ya lógicamente `ante Dios y en tierra vasca' porque no tienen lehendakari sino ante los Presupuestos de la Salgado». Lo realmente preocupante es que el personaje no ha enviado el artículo a «La Razón» o al «Diario de Cádiz», sino a «El Correo Español», que se edita en Bibao. Y aquí nos conocemos todas y todos. O sea, que Ezkerra ha vuelto a hacer el ridículo delante de todo el mundo.