Portavoces de varios partidos de la oposición cuestionaron ayer el circuito automovilístico de Urantzia (Los Arcos) impulsado por el Gobierno de UPN, cuya inauguración se ha fijado para julio del próximo año.

Así, Patxi Zabaleta criticó el «absoluto oscurantismo económico en cuanto a la gestión» de esta instalación y pidió que se aclaren aspectos como «los compromisos, los orígenes de los fondos y los desarrollos que se van a realizar».

Además, NaBai ha presentado iniciativas parlamentarias en relación a este proyecto, por entender que existe una «falta completa de plan y de proyecto con respecto a su desarrollo».

Samuel Caro (PSN) admitió que este circuito «puede dinamizar las expectativas» de esta zona de Lizarraldea, pero pidió que se despejen las «numerosas incógnitas», ya que la iniciativa inicial privada de seis millones de euros ha derivado en un proyecto público que podría ascender a 60 ó 70 millones de euros.

En este sentido, reclamó que se aclaren cuestiones como cuál es el proyecto de futuro, que próyecto de viabilidad tiene el circuito y cuál va a ser el costo que va a tener para los navarros, teniendo en cuenta que el Gobierno se ha implicado en el proyecto a través de la sociedad pública SPRIN.

Ion Erro (IUN) cuestionó inversiones de esta magnitud en momentos de crisis económica y se mostró en contra de «derroches» cuando «hay absoluta necesidad de inversión social que generaría muchísimos más puestos de trabajo y además establecería unas bases de desarrollo económico no basadas en el cemento».

En cuanto a la gestión, afirmó que todo este proyecto se ha desarrollado con «opacidad» y que la creación de la sociedad SPRIN «ha servido para ocultar del control público de este Parlamento determinadas inversiones e infraestructuras que está desarrollando el Gobierno sin saber muy bien cómo».

José Andrés Burguete (CDN) pidió «máxima transparencia» en este asunto, tras recordar que el Gobierno de Nafarroa tenía inicialmente una participación en el accionariado «mucho menor». En todo caso, destacó la «importancia» de esta infraestructura para Lizarraldea.

Sanz rechaza las acusaciones

Por su parte, Miguel Sanz rechazó las acusaciones de «falta de transparencia» en este proyecto y aseguró que está gestionado con «transparencia y eficiencia» y con «un buen plan estratégico y de negocio».

El presidente del Gobierno informó de que esta iniciativa se impulsó en un ciclo expansivo de la economía y que al llegar la crisis el socio principal que impulsó el proyecto -Construcciones Samaniego- tuvo que desinvertir y el Gobierno adquirió acciones a través de SPRIN.

El circuito contará con una pista principal de velocidad de 3.972 metros, homologada para motos de competición grado B y para coches de nivel 2 y entrenamientos de Fórmula 1 T!. Además, contará con una pista de karts, otra de offroad y una colección de coches antiguos.