Miguel Sanz afirmó ayer que le ha perjudicado en su acción de Gobierno para tratar de lograr el apoyo del PSN al presupuesto de la Comunidad la filtración de que en el debate interno de UPN él apostó por votar a favor de los presupuestos de Zapatero, mientras que la presidenta del partido, Yolanda Barcina, impuso la abstención.

Tras asegurar que «yo jamás filtro nada en relación con los debates que puedan producirse en la comisión ejecutiva» y «menos aún hago filtraciones interesadas», concluyó que «lo razonable es que, además de quejarnos por las filtraciones, seamos valientes, hagamos autocrítica, hagamos análisis interno sobre por qué se producen las filtraciones, qué intereses existen y a quién dañan».

Otro motivo de discrepancia con Yolanda Barcina ha sido el referido a la subvención que el PNV pactó con el PSOE para las ikastolas de Nafarroa. Mientras que UPN pide que se retire y lo considera una injerencia en la labor del Gobierno foral, Sanz dice que la enmienda no le «entusiasma», pero tampoco es «un ataque a nuestra autonomía o autogobierno, ya que entra dentro de lo que es la democracia parlamentaria». Recordó que otras veces ha habido subvenciones, que UPN ha enmendado obras en Aragón y dijo que la respuesta del partido debe entenderse dentro de las estrategias y debates partidarios.