La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, realizó ayer un llamamiento a la clase trabajadora «para que se convierta en sujeto y motor de los cambios políticos y económicos que se necesitan» en Nafarroa ante una situación «que es el resultado de 30 años de gestión desde la derecha».

Etxaide explicó que la activación de la capacidad de los trabajadores ante la crisis actual «será la que permita que se asienten las bases para avanzar hacia un nuevo modelo que nos permita superar las gravísimas dificultades que tenemos» y que «son consecuencia de las políticas que se han generado».

«El Gobierno de Nafarroa facilita el trabajo a los empresarios para despedir trabajadores; además de firmar casi todos los expedientes de regulación de empleo, les da un cheque en blanco para que lo utilicen como quiera y las únicas medidas que está desarrollando el Ejecutivo sólo aumentan la precariedad», denunció Etxaide.

En este sentido, la secretaria general del sindicato lanzó una propuesta alternativa a la clase laboral fundamentada en «la transformación de las políticas económicas y sociales desde la participación de los trabajadores en estas decisiones», y la «necesidad de crear un marco político que garantice que las medidas sobre esta materia se tomen» en Nafarroa.

Destrucción de empleo

La situación laboral fue definida por el portavoz de LAB en Nafarroa, Igor Arroyo, como «muy grave» ante la destrucción de empleo -13.900 puestos en el último año- algo que «afecta ya a los contratos fijos y que se están viendo sustituidos además por empleos precarios». Además, ya hay 37.350 personas en paro, lo que supone más del 12% de la población activa. «El Gobierno firma prácticamente todos los EREs, aunque se trate de empresas con beneficios y tengan en contra a la representación sindical. Ya hay 28.000 trabajadores afectados por expedientes», añadió

También recordó que cuatro de cada diez navarros es mileurista, mientras que la cuota de la hipoteca media es de 660 euros mensuales.

Presión fiscal insuficiente

Junto a este panorama, recordó que la presión fiscal existente en Nafarroa (30,8%), es inferior a la media de la Unión Europea (39,8%), y criticó «la vigencia de un sistema fiscal que se fundamenta en gravar los impuestos indirectos y facilitar la acumulación de capital a las rentas empresariales».

Arroyo denunció, asimismo, que el impuesto medio de las rentas de trabajo sea de 19.500 euros frente a los 15.500 de la renta media declarada por actividades empresariales, algo que «demuestra un masivo fraude fiscal que se comete» en Nafarroa.

Esta situación, a la que se une un sistema sanitario «insostenible» y la «poca inversión en otros sectores sociales», denota, a su juicio, que las decisiones que se están tomando son «en base a un sistema estructural en el que mandan unas élites políticas y económicas herederas de los años del franquismo y cuyo favorecimiento va en detrimento de la gran mayoría de la población». Para Etxaide, en fases de crisis «son los derechos de los trabajadores los que se deterioran», y éstos «se ven excluidos de los ámbitos de decisión», por lo que insistió en la necesidad de impulsar un proceso de cambio y trabajar por él, concretándolo en acción sindical en los centros de trabajo y saliendo a la calle para movilizarse ante las instituciones y las agresiones de la patronal.