Euroliga
Zurbano vuelve a Europa con el visitante más incómodo
El Baskonia quiere solventar su fiasco de Roma ante el renovado Maccabi de Pini Gershon, un «candidato a Final Four» según Ivanovic. Oleson y English han evolucionado bien y estarán disponibles esta tarde.
BASKONIA-MACCABI
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
La Euroliga vuelve esta tarde a Zurbano con el visitante más incómodo que, hoy por hoy, puede tener el equipo gasteiztarra en su cancha. Y es que -al margen de las urgencias que pueden aflorar en caso de un nuevo fiasco-, el potencial del renovado equipo israelí, todos los recuerdos negativos de enfrentamientos pretéritos y el rechazo que generan tanto el equipo sionista como sus agentes del Mossad hacen que el de hoy sea un choque especial y complicado para los azulgranas en su debut europeo ante su público.
Al margen de las connotaciones políticas que suscita el equipo hebreo -la Plataforma de Solidaridad con Palestina de Gasteiz hizo ayer un llamamiento a la afición baskonista y a la ciudadanía en general «a mostrar su repulsa contra la delegación israelí y la solidaridad con el pueblo palestino por todos los medios que tengan a su alcance»-, deportivamente el equipo de Tel Aviv ha sido una pesadilla para los baskonistas.
Las espinas de Moscú, Praga y la bochornosa tarde de 2002 que privó a los de Ivanovic de estar en la Final Four de Bolonia siguen doliendo en el corazón de muchos de aficionados azulgranas.
El polémico técnico Pini Gershon estuvo presente en todas esas citas -también el año pasado con Olympiacos- y ha vuelto a su equipo de siempre para tratar de devolver al Maccabi el estatus que perdió la pasada temporada.
Sin llegar al nivel de sus tiempos más gloriosos, el equipo israelí parece haber reforzado eficazmente su plantilla, hasta el punto de que Ivanovic los calificara ayer como uno de los candidatos a estar en París.
El técnico montenegrino del Baskonia entiende que sus rivales de esta tarde tienen mejor plantilla que la pasada temporada y destacó el «mayor talento y capacidad atlética» de los jugadores del equipo que viste de amarillo, de los que alabó la «rapidez en la circulación del balón y la resolución de las jugadas individuales».
La apuesta para este año ha sido la de hacer un equipo más completo y compensado que el anterior, para lo que se han quitado de encima a jugadores como Carlos Arroyo, que acaparaban demasiado juego. Junto al eterno Sharp, Wisniewski -base titular estadounidense bastante anotador-, Perkins y Mekel llevarán el timón, con la ayuda del todoterreno Chuck Eidson, MVP de la pasada Eurocup que es capaz de jugar en todas las posiciones, incluso de cinco.
Por fuera, además del ex jugador del Lietuvos, que estuvo en la órbita baskonista; destaca Alan Anderson, un tirador que parece estar asentándose a pesar de su enorme irregularidad. Por dentro, Fischer volverá a ser la principal referencia, acompañado por el ex Partizan Lasme. Otros clásicos como Bluthental, Green, Pnini o Limonad serán los que aporten desde el banco.
Recuperados
En cuanto al estado físico de los jugadores baskonistas, Ivanovic despejó las dudas al confirmar que Oleson y English «van a estar en el equipo y en el partido, si no sucede nada extraño», puntualizó.
La fiebre ya ha desaparecido en el caso de English, mientras que Oleson se encuentra «cada día mejor» aunque sigue «teniendo molestias» en el tobillo. El escolta de Alaska ha comenzado de nuevo a entrenar «pero aún no está a buen nivel porque se ha perdido varias sesiones», recalcó Ivanovic.