Merkel inicia su segundo mandato, ahora al frente de un Gobierno sólo de derechas
La canciller alemana, Angela Merkel, fue reelegida ayer por el Parlamento (Bundestag) para la que será su segunda legislatura, esta vez al frente de un Gobierno formado sólo por partidos de derechas.
GARA
La canciller conservadora Angela Merkel inició ayer su segundo mandato al frente del Gobierno alemán tras ser reelegida en el Bundestag con la abultada mayoría que le proporciona la nueva coalición de derechas. Nada más jurar su cargo, Merkel situó la crisis económica como su principal preocupación.
Merkel obtuvo 323 votos a favor, frente a 285 en contra y cuatro abstenciones, de un total de 622 diputados.
Tras su primera legislatura al frente de una gran coalición con el socialdemócrata SPD, Merkel gobernará ahora con su aliado natural, el liberal FDP, a cuyo líder, Guido Westerwelle, le corresponderán los cargos de vicecanciller y de ministro de Asuntos Exteriores.
Durante su primer mandato, Merkel se ganó un gran respeto en el ámbito internacional. Su estrategia de mando en el terreno interno, en cambio, se basó, fundamentalmente, en dejar que pasaran las tormentas por sí solas, evitando intervenir directamente en los choques dentro de la Gran Coalición.
En principio, su segunda legislatura debería ser más cómoda, pues su socio es su aliado natural. Sin embargo, la crisis económica y unos socios políticos poco cómodos, por sus patentes ansias de recuperar protagonismo plantean dificulta- des para los próximos años.
Angela Merkel, de 56 años, entra en su nuevo Gobierno con una apuesta considerada arriesgada hasta por ella misma, la de capear la crisis mediante rebajas fiscales y un mayor endeudamiento. La fórmula de incentivar el consumo interno mediante alivios fiscales es, sobre todo, una concesión al FDP, y augura un déficit de casi 90.000 millones de euros en 2010, lo que preocupa a a los barones regionales y también a la UE, porque puede poner en juego el Pacto de Estabilidad Europeo.
Pese a los problemas internacionales que puedan derivarse de esta política, si es que se aplica a rajatabla, la política exterior del nuevo Gobierno seguirá marcada por la continuidad. Westerwelle, el nuevo ministro de Exteriores, no tiene experiencia en política exterior ni destaca por tener una especial sensibilidad diplomática, pero es considerado un político inteligente y versátil capaz de adaptarse a su nuevo papel.
El nuevo Ejecutivo volverá a contar con quince ministros, siete cristianodemócratas, cinco liberales y tres socialcristianos.