Adolfo PÉREZ ESQUIVEL I Premio Nobel de la Paz en 1980
Argentina: ¿Ética política o basural político?
Tras una radiografía exhaustiva de la complicada situación por la que atraviesa Argentina, en la que las clases dominantes y sus medios de comunicación tienen una elevada cuota de responsabilidad, el Premio Nobel de la Paz constata la urgencia de abrir un debate social para evitar que se siga generando más «basura política que está asfixiando al país».
El pueblo vive desconcertado frente al vaciamiento político de varios dirigentes y medios de comunicación, que incomunican y construyen la Babel de palabras sin contenido. Me recuerda el tango siempre vigente: «Siglo XX Cambalache»... «Todo es igual, nada es mejor...» y es la realidad de un país que muchos quieren ver sumergido. A pesar de esos males el pueblo sigue resistiendo las frustraciones y desesperanzas y la violencia impuesta de la palabra de quienes buscan confundir y desestabilizar al Gobierno, no importa cómo, ni cuándo, sólo ven sus intereses partidarios y personales. Argentina ha retrocedido décadas en su capacidad productiva. Un país rico y con gran diversidad se ha transformado en un país empobrecido y desarticulado. La dictadura dejó huellas del desastre.
Hoy tenemos un país sin soberanía y donde los señores feudales se enriquecen a costa del pueblo. Un ejemplo: ¿cómo es posible que la familia Gioja que domina la Provincia de San Juan, controle la Comisión de Minería en el Congreso y beneficie a empresas como la Barrick Gold, la Alumbrera, que provocan graves daños ambientales y a los pobladores?
La pitonisa mediática vocifera la hecatombe apocalíptica, desde el podio montado para su exclusivo uso por el Grupo Clarín y sus aliados. Consulta el oráculo y tira los huesitos anunciando las próximas plagas, la amenaza de la violencia desatada por supuestos grupos de piqueteros armados que van a provocar otro diciembre del 2001; y culpa al Gobierno de todos los males habidos y por haber. Atacan a la organización Tupac Amaru que dirige Milagro Sala, esa mujer valerosa que realmente ha logrado un milagro, ayudando a organizar a los sectores más postergados para superar el hambre, la pobreza, la marginalidad y generando fuentes de trabajo, vivienda y dignidad para el pueblo jujeño. Hoy esa mujer Colla y jujeña sufre los ataques de los medios de «des-información».
Muchos ciudadanos y ciudadanas se preguntan: Si la pitonisa sabe de hechos comprobados de piqueteros y de grupos armados ¿por qué no hace la denuncia judicial y señala correctamente cuáles son los grupos armados? Rechazamos las agresiones contra grupos o personas, como lo ocurrido a Morales en Jujuy, pero también deseamos saber cuál es la actitud del representante de la UCR. Me pregunto: ¿Cuánta violencia han sufrido los pueblos, los jujeños, a manos de los que mandan?
Perdonen, pero hay otro problema preocupante: el vicepresidente de la nación, que fue elegido para acompañar la política del gobierno, se dedica a serrucharle el piso. No debe olvidar que es parte del Gobierno. Si no está de acuerdo con la política del Gobierno, lo más lógico es actuar con transparencia y dignidad.
Es necesario tener sentido común, que es el menos común de los sentidos, que nace del hacer político y ético. Lo correcto es dar un paso fuera del gobierno y asumir la oposición con claridad. Pero el vicepresidente Cobos no quiere bajarse del sillón, se encuentra cómodo en su condición de opositor jugando a la ruleta del «todo vale».
¿Y... don Cleto, dónde está la ética política? ¿Dónde están los valores y la responsabilidad cívica? El pueblo no come vidrio y sabe de las conductas y valores. Es cierto que el gobierno más de una vez metió la pata y pateó hormigueros y encontró que las hormigas estaban furiosas y no sabe cómo sacárselas de encima.
Hay varios hormigueros pateados y furiosos que no quieren la intervención del Estado. Sólo les interesa ganar más. Son los que controlan la economía nacional, aquéllos que privilegian el capital financiero sobre la vida del pueblo. Ocultan que nunca ganaron tanto dinero a costa de destruir los bosques, la biodiversidad e implantar los monocultivos de soja, expulsando de sus tierras a los pequeños y medianos productores rurales y a las comunidades indígenas. A eso le llaman desarrollo, yo lo llamo despojo.
Hay poblaciones afectadas por los agroquímicos y las autoridades miran para otro lado. ¿Quién se hace cargo de la violencia desatada contra el pequeño y mediano productor rural y los trabajadores del campo, muchos de ellos asalariados en negro, sin obras sociales, sin posibilidades de progreso? Recuerdo a Josué de Castro, en su obra la «Geografía del hambre», que dice: «Los pobres no duermen porque tienen hambre y los ricos no duermen porque tienen miedo de los que tienen hambre».
El Gobierno debe asumir su responsabilidad y reconocer que, en muchos casos, fue gestor de las calamidades que sufre la población. Un país que no controla sus recursos naturales y las empresas estratégicas para su desarrollo, es un país sin soberanía. ¿En el año 2010 La Argentina cumplirá el bicentenario de su independencia, o de su dependencia?
Hay que abrir el debate social, saber el país que se quiere y hacia dónde va y reclamar a los que mandan valores y ética en bien del pueblo y no generen más basura política que está asfixiando al país y deja muy mal olor.
La oposición política y económica vocifera contra la aprobada Ley de Medios Audiovisuales, que llaman «Ley K», pretenden desconocer que hace más de 20 años que muchas organizaciones de medios de comunicación alternativos, de DDHH y organizaciones sociales vienen trabajando por la nueva Ley de Medios, superando a la impuesta por la dictadura militar. Felizmente se ha logrado gracias al esfuerzo de todos; pero los opositores pretenden anularla para continuar con la censura solapada y favorecer los monopolios
Al Grupo Clarín le patearon el hormiguero y furioso arremete contra el Gobierno. Es evidente que estaba feliz con la ley de la dictadura militar y los «arreglos» con Menem, que durante su gobierno de relaciones carnales, entregó el país. Los monopolios de medios de comunicación hicieron trizas la libertad de prensa para imponer la libertad de empresa. Y la cultura de la violencia manipulando la conciencia colectiva de muchos sectores sociales.
El pueblo debiera preguntarse: ¿Qué hizo la oposición política cuando fueron gobierno con la soberanía nacional y la pobreza, que afecta hoy a miles de argentinos y argentinas, con la entrega de las empresas nacionales y de los recursos del país en manos de las transnacionales?
La lucha es larga y no hay que perder la esperanza, hay capacidad de resistencia, conciencia social, cultural, política y espiritual. Hay que abrir las puertas y ventanas para sacudir el polvo y que entre la luz.
Hay luces que surgen de la acción de sectores sociales y religiosos, como es el Foro del Pensamiento y Construcción Social, que busca alternativas y la participación popular en defensa de los intereses de la nación para la construcción de un auténtico estado de justicia social.
El compañero de caminada por América Latina, Eduardo Galeano, dice: «Una palabra abre puertas. ¡Abracadabra!, que en hebreo significa `envía tu fuego hasta el final'. A modo de todos los fuegos caminantes que van abriendo puertas por los caminos del mundo. Caminantes por la justicia, portadores del fuego sagrado ¡Abracadabra, compañeros!». Hay que liberar la palabra, el pensamiento y ejercer la ética en lo personal y en la política.
© Alai-Amlatina