Tres cuartos de hora duró la reunión entre las delegaciones de PNV, PSE y H1! que se citaron en el Parlamento de Gasteiz para firmar un pacto que estaba ya redactado y cerrado desde la pasada semana. Su punto central es que establece que allí donde alguna de las tres formaciones esté en el gobierno abrirá una negociación con el resto para tratar de aprobar los presupuestos. Pero, «en todo caso» y aunque no hubiera acuerdo, «las formaciones políticas que suscriben el acuerdo se comprometen a posibilitar, bien por apoyo o por no oposición» que al final las cuentas salgan adelante.

El pacto suscrito estaba inicialmente redactado como un acuerdo entre PNV y PSE, y después se le sumó Hamaikabat!, formación escindida de EA. Esto puede comprobarse en que en el texto se menciona a los tres firmantes pero no se corrigió a tiempo el final del mismo donde se alude textualmente a «los dos partidos que suscriben este acuerdo».

El documento fija acuerdos en cinco materias. En el ámbito fiscal, a lo ya consensuado en el Consejo Vasco de Finanzas del 15 de octubre, se suman otras medidas encaminadas a igualar la fiscalidad de los tres territorios. Por ejemplo, en Gipuzkoa se suprimirá el impuesto de patrimonio, como ya hicieron anteriormente Araba y Bizkaia. También se ha acordado eliminar el régimen especial para las SICAV, aunque, según fuentes de los firmantes, no hay muchas en la CAV.

Sobre el endeudamiento de las instituciones, el pacto se limita a decir que Lakua y las diputaciones fijarán «unos criterios comunes».

En el apartado de «gastos y sostenimiento de los servicios sociales», los firmantes lo posponen todo a un futuro debate en una «mesa de estudio» con la confianza puesta en que pueda haber resultados durante 2010, aunque esto no está escrito.

El cuarto punto es el referido a la congelación salarial del personal al servicio de las diferentes administraciones. Los tres partidos se comprometen a defender su conveniencia ante los agentes sociales.

Y el quinto punto es el meollo del acuerdo, que garantiza la aprobación de los presupuestos en las instituciones que gobiernan cada uno de los partidos que han suscrito el acuerdo.

El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, hizo la precisión de que este compromiso se puede ampliar a los ayuntamientos en los que haya independientes o miembros de otros partidos en la alcaldía, aunque dejó claro que «no es intención del PSE extenderlos a los ayuntamientos gobernados por ANV».

Firmado el escrito, cada parte quiso obtener su rentabilidad partidaria. El PSE dijo haberse convertido en «el eje de la política vasca» y «punto de encuentro». Desde el PNV, Belén Greaves recordó que fue su partido el que hizo la propuesta inicial de alcanzar un acuerdo de estas características, que garantizara la estabilidad presupuestaria e institucional. Por H1! habló Martín Beramendi, para resaltar que era «un día importante» y que el logro de este tipo de acuerdos «es el camino de futuro».

Por contra, desde el PP, Iñaki Oyarzabal habló de «cambalache» cuyo único fin era que el PNV apoyara las cuentas de Zapatero a cambio de que el PSE facilitara la aprobación de los presupuestos forales.