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Este calor típico de final de octubre llega a su fin

J. VIVANCO |

Las moscas no terminan de dejar de incordiar, las telarañas se apoderan de cada ángulo de 90 grados libres de las gotas de lluvia, la ropa de verano alarga su hibernación... El lunes fue la niebla y estos días la culpa de las agradables temperaturas la ha tenido el viento sur. ¿Un tiempo impropio de octubre? Tampoco. El responsable de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) responde que «el problema es compararlo con el año pasado, que fue bastante frío y húmedo, y hasta nieves en algunas zonas», mucho más pronto que el presente otoño.

Hay quien recurre al consabido veranillo de San Martín, pero los que verdaderamente explican la situación meteorológica son los mapas del tiempo: «Estamos entre el anticiclón continental y una borrasca atlántica casi estacionaria», explica la responsable de Aemet en la CAV, Margarita Martín. «Pero es una situación típica de finales de octubre». Es decir, nada de calor «anómalo» como se dice. Es verdad que octubre no suele ser tan cálido, pero con la estadística en la mano, los de 2006 y 2003 lo fueron incluso más que éste. El problema es que nuestra corta memoria meteorológica no suele ir más allá del año precedente.

En cualquier caso, como todo lo bueno, dura poco. El domingo, el tiempo cambia. La entrada de un frente frío por el Atlántico, irrumpiendo desde Galicia, será el responsable.

«El cambio será radical», sintetiza Margarita Martín. «La borrasca atlántica, bien cargada de humedad se desplazará hacia el continente, trayendo aumento rápido de nubosidad, giro súbito del viento de sureste al noreste, con rachas fuertes, descenso notable de temperaturas y chubascos ese mismo día por la tarde». Si es el definitivo adiós a las agradables temperaturas ya se verá. De momento, «se instaurará una situación que aportará agua a todas las cuencas».

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