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Euroliga

Una tormenta contra el bochorno

Caja Laboral Baskonia se estrenó en la presente Euroliga tras un partidazo ante un Maccabi que demostró que jamás tira la toalla.

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CAJA LABORAL BASCONIA 86
MACCABI 81

Arnaitz GORRITI |

Calor y espectáculo. Tormenta de juego. Rayos, truenos y centellas en el parqué y en el marcador. Caja Laboral Baskonia se estrena en esta Euroliga a costa del Maccabi de Pini Gershon, un rival que jamás tira la toalla y que nunca da ni dará tregua. Una tormenta que compensa un poco tanto bochorno.

Bochorno porque Ivanovic quería acabar con su particular bestia de una vez; porque Eliyahu quería mostrar a Gershon lo que se pierde; porque cuando el Maccabi de Tel Aviv asoma el hocico por Europa, la policía se redobla y se dedica a boicotear a las opiniones de apoyo al pueblo palestino, obligan a quitar pancartas e identifican a los aficionados, -aunque bien que se puede enarbolar la bandera de la Estrella de David-; bochorno porque la prepotencia que destila el club macabeo es tal que carga el ambiente de electricidad y porque hay que ganarle por todos aquellos que padecen a Israel y ven en el Maccabi la impunidad del estado hebreo.

Por eso y por mucho más, baskonistas y macabeos sacaron todo lo mejor que tienen y se dieron golpe por golpe, especialmente en una primera mitad loca y sangrante, donde cada cual explotó sus virtudes hasta el paroxismo. Primero golpeó el Maccabi con un 0-8, pero los de Ivanovic sacaron la libreta de cómo se juega con el pívot para voltear el choque. Golpe de los de Gershon con los triples de Eidson y Wisnieski, Huertas y San Emeterio responden con que el perímetro gasteiztarra también sabe jugar a esto. 25-25 al final del primer cuarto y los técnicos, de pie, aplaudiendo.

Los locales, espoleados por la hinchada, se dieron un gustazo en el segundo asalto. Oleson metió sus primeros triples y Micov y, sobre todo, Eliyahu mostraron su talento. Enfrente, Bluthental tomaba el relevo anotador. 55-44 al descanso después de jugar a un ritmo que todavía no es posible aguantar.

De la guerra a la fiesta

La segunda mitad no fue tal fiesta, sino al final. Los de Gershon apretaron los dientes atrás con la labor de Lasme. Delante, entre Bluthental y Lampe la ventaja local se diluía. Splitter precisaba aire y Teletovic se vio perdido. Otra vez un mal tercer cuarto que acababa con 69-66, pero en medio de un parcial de 0-7, que llegaría al 0-13.

Fue entonces, con 69-73, cuando la conexión Huertas-Splitter, atronó. El base a golpe de triple. El pívot con canastas y rebotes que daban la vida. San Emeterio puso la guinda a una tormenta de juego que acabó en fiesta.

Ivanovic: «El carácter nos ha dado el triunfo»

En baloncesto muchas veces toca sufrir, pero otras se disfruta. Un Baskonia-Maccabi siempre es un deleite porque a la calidad se le une la tensión dentro y fuera de la cancha. Gershon se despedía de Gasteiz felicitando al cuadro baskonista mientras se relamía por la posibilidad de «revancha» en la segunda vuelta, e Ivanovic apelaba al «carácter» de los suyos como determinante del triunfo. «En el primer tiempo hemos defendido bien, hemos circulado el balón y logrado canastas fáciles. Otra vez hemos tenido un mal tercer cuarto, cosa que debemos mejorar. Pero al final, gracias a una buena defensa y a nuestro carácter hemos ganado el partido», dijo. A. G.

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