La seguridad privada del «Artza» repele con disparos otro ataque
Cuando se va a cumplir un mes de secuestro del atunero «Alakrana», capturado con 36 tripulantes en el Índico por piratas somalíes el pasado 2 de octubre, se han producido otros dos ataques a buques vascos en 24 horas. El último fue repelido ayer por disparos de la seguridad privada del «Artza», atunero de Bermeo pero con bandera de las Islas Seychelles.
GARA
La seguridad privada embarcada en el atunero «Artza», con base en Bermeo y una treintena de tripulantes a bordo, rechazó ayer un ataque en aguas internacionales, a unas 250 millas de las costas de Somalia, ya que los piratas desistieron de su acción al recibir varios disparos cerca de la proa de su embarcación.
En declaraciones a EITB, el capitán del atunero, Jon Poncela, explicó que los piratas se dirigían hacia el buque de la compañía Atunsa, que tiene bandera de las Islas Seychelles, cuando los vigilantes privados de seguridad realizaron «tres o cuatro disparos de advertencia en la proa» de aquellos, tras lo que se dieron la vuelta.
Poncela explicó que, tras estos disparos, que se hicieron «desde muy lejos», no volvieron a intentar nada con este buque, aunque, el atunero francés «Abelvor», otro barco con vigilancia privada a bordo, sufrió poco después otro intento de asalto en la misma zona.
Segundo ataque en 24 horas
Asimismo, el capitán del «Artza» explicó que las embarcaciones rápidas de los piratas están fabricadas con fibra y no las detecta el radar, aparato que sí pudo localizar otro buque que podría ser la embarcación nodriza de las lanchas. El «Artza» es uno de los atuneros vascos con bandera de Seychelles que embarcaron vigilancia privada tras el secuestro del «Alakrana», al igual que el «Intertuna I», «Intertuna II» e «Intertuna III» de la empresa Albacora; «Txori Aundi» de la compañía Pevaeche (propietaria del Playa de Bakio secuestrado en abril de 2008) y los buques «Erroxape», «Demiku» y «Xixili», de Echebastar propietario también del «Alakrana». Este suceso supone el segundo intento de ataque contra barcos vascos en menos de 24 horas, después de que el sábado el barco con base en Bermeo «Iria Flavia», que ejerce labores de apoyo a la flota atunera vasca que faena en el Índico, también lograra escapar del ataque de una lancha rápida cuando navegaba a unas 800 millas al nordeste de las Islas Seychelles. «Esto va a más», afirmó el director gerente de la Asociación Nacional de Armadores de Buques Atuneros Congeladores (ANABAC), José Ángel Angulo, tras conocer estos últimos ataques, y pidió «un control efectivo de las bases piratas» para luchar contra este problema.
Angulo subrayó que el operativo de la Unión Europea en el Índico, Atalanta, puede ser efectivo para la protección de barcos mercantes, pero no en el caso de pesqueros, que necesitan otras medidas de protección. Por otra parte, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer el Real Decreto, aprobado el pasado viernes por el Gobierno español, que permite que la seguridad a bordo de los buques del Estado español «en situaciones de especial riesgo para personas y bienes» pueda ser prestada por empresas privadas de seguridad, «con el armamento adecuado».
Los familiares de los tripulantes del atunero «Alakrana», retenido desde hace casi un mes en aguas del Índico por asaltantes somalíes, aseguraron que están más animados porque las negociaciones para liberar a sus parientes «van muy bien», según les ha transmitido el Gobierno español y la empresa armadora. Antonio, hermano de Pablo Costas, uno de los marineros secuestrados en el barco, explicó, no obstante, que los familiares están muy cansados ante una espera que les resulta «larguísima», cuando mañana se cumplirá un mes del secuestro. «Según lo que nos dicen, parece que va muy bien las cosas, estamos un poco más animados, aunque aquí nada se sabe», indicó Antonio Costas, que tendría que relevar a su hermano una vez que éste regrese a Galicia.GARA