Bilboko Konpartsak analiza hoy el expediente a dos de sus miembros
Bilboko Konpartsak se reúne hoy a la tarde para analizar la situación creada tras la decisión adoptada por el alcalde, Iñaki Azkuna, de abrir un expediente a Kaskagorri y Txori Barrote por exhibir fotos de vecinos presos en sus txosnas. La resolución del gobierno municipal PNV-EB torpedea la línea de flotación del modelo festivo del que se dotó en 1978 el Botxo.
Agustín GOIKOETXEA
La apertura de un expediente sancionador a dos comparsas no es sino el colofón a una campaña de acoso y derribo al actual modelo festivo de la capital vizcaina desde su nacimiento, en el que los organismos federados en Bilboko Konpartsak han sido los dinamizadores de un estilo de hacer fiestas populares y participativas. Es más, tras años en los que los responsables municipales -todos ellos del PNV- trataron de modificarlo, el Ayuntamiento ha decidido convertirlo en una marca turística asociada al efecto Guggenheim.
El precedente a la «inhabilitación» de Kaskagorri y Txori Barrote, auspiciada por el equipo de Iñaki Azkuna, hay que buscarlo en los Carnavales de 2004. Los principales agentes implicados en aquel caso fueron los mismos: comparsas y equipo de gobierno, que atendió las demandas de los dos concejales del PP para que hubiese censura previa de las carrozas que iban a desfilar por la Gran Vía.
Así, en la tarde del 21 de febrero de 2004, el presidente de la Comisión Mixta de Fiestas, el jeltzale Jon Sánchez, acompañado de Carmen García (EB) y los corporativos del PP Carlos García y Adrián Castro, y sus escoltas, provocaron un incidente en uno de los pabellones de la antigua feria de muestras, al exigir a los comparseros de Txori Barrote que quitasen las fotografías de decenas de bilbainos presos de su montaje.
Desde entonces, Azkuna niega a Bilboko Konpartsak y otros colectivos ciudadanos la posibilidad de desfilar el sábado de Carnaval por la Gran Vía. Las repetidas reuniones para tratar de acabar con la censura previa no han dado resultados y las comparsas marchan, con gran éxito, por Hurtado Amezaga.
En aquella ocasión fue designado Farolín el periodista Joseba Solozabal, a quien los comparseros de la Peña...Ya incluyeron en Aste Nagusia de 2003 en el montaje de su txosna junto a personajes públicos como el obispo de Bilbo, Ricardo Blázquez. La polémica mediática, en la que se implicó hasta la Audiencia Nacional, finalizó con la entrada de la Brigada Móvil de la Ertzaintza para retirar parte del decorado. La denuncia ante el tribunal especial español se archivó finalmente.
Un lustro después del anterior hecho grave, con Joseba Solozabal como pregonero, la Ertzaintza entró el pasado 20 de agosto en el recinto del Arenal para retirar fotografías de represaliados y pancartas. Tras dos mociones de PP y PSE, en el pleno municipal del 24 de setiembre, el alcalde se comprometió a actuar contra las comparsas que hubieran exhibido imágenes de represaliados políticos, en caso de que hubiera resolución judicial o un atestado policial.
El viernes, tras el pleno ordinario del último jueves de cada mes, el equipo de gobierno PNV-EB comunicaba su decisión de abrir un expediente sancionador a las comparsas Kaskagorri y Txori Barrote por exhibir fotografías de vecinos presos en sus txosnas. La base de su acuerdo, tal y como se informó a los grupos políticos municipales y a Bilboko Konpartsak, es un documento elaborado por la División Antiterrorista y de Información.
Castigo «ejemplarizante»
El castigo, que se califica desde diversos sectores como «ejemplarizante», prohíbe a estos dos organismos festivos instalar txosnas «al menos» las dos próximas ediciones de Aste Nagusia. En la resolución rubricada por Azkuna se propone declarar «vacantes» los espacios físicos que ocupaban Kaskagorri y Txori Barrote en El Arenal y establecer que no podrán ser ocupados por ninguna otra.
De la sanción se han salvado Kaixo, Kobetas Mendi y Altxaporrue, a quienes los responsables municipales no creen que se les pueda acusar de haber infringido los artículos 26 y 27 de la Ordenanza de Fiestas, a pesar del informe entregado por la Policía a las órdenes de Rodolfo Ares. Por su parte, Kaskagorri y Txori Barrote tienen un plazo de menos de diez días para presentar sus alegaciones por vía administrativa y, como parece, preparar el recurso contencioso-administrativo ante el TSJPV para tratar de revocar la decisión del Consistorio bilbaino.
Hoy a la tarde, los componentes de Bilboko Konpartsak analizarán la grave situación y deberán adoptar medidas, como pueden ser arropar como federación a dos de sus integrantes, al margen de las decisiones que adopten los propios afectados. Además, no faltarán las reflexiones acerca del estado de las relaciones con el Ayuntamiento, tocadas una vez más.
El modelo festivo del Botxo vuelve a ser víctima de las maniobras políticas de las fuerzas de obediencia española y su entorno, a pesar de que las comparsas han repetido una y mil veces que su objetivo es la fiesta y con ese fin trabajan durante todo el año.
Mientras que PNV y EB han respondido con rapidez a los requerimientos de PP y PSE para que se actuase contra las txosnas que exhibieron lemas y montajes que no son de su gusto, nada se sabe de las iniciativas que han emprendido y piensan promover por las amenazas de muerte a uno de los símbolos de Aste Nagusia, la txupinera. Azkuna ha hablado mucho sobre la sanción pero ni una palabra acerca de las gestiones para que se castigue a quienes amenazaron a Sonia Polo.
Mientras el Ayuntamiento ha abierto un expediente de «inhabilitación» a Kaskagorri y Txori Barrote, aún no ha dicho qué va a hacer contra los que amenazaron de muerte a la txupinera.
Las comparsas se convierten, según algunas fuentes, en «las víctimas a sacrificar» para contentar a PP y PSE, que pretendían convertir «la batalla contra las fotos» en un ariete contra el alcalde y su equipo.