Crónica | Salud laboral
Osalan renueva la guía sobre la vigilancia de la salud con un SPA
La vigilancia de la salud de los trabajadores es muy necesaria, pero la realidad indica que hasta la fecha es ineficaz, porque muchas enfermedades profesionales se derivan al servicio público o no se tiene un control exhaustivo para garantizar la salud de los trabajadores. Osalan ha reeditado la guía que fija los criterios legales de los procedimientos.
Juanjo BASTERRA
Osalan ha renovado la guía que analiza el trabajo que realizan los Servicios de Prevención Ajenos (SPA) en el ámbito de la vigilancia de la salud de los trabajadores. Los agentes sociales son, precisamente en este tema, muy críticos por la baja actuación de esos servicios en apoyo de la salud de los trabajadores.
Al objeto de relanzar la reflexión en el actual contexto laboral, Osalan ha reeditado esa metodología bajo el título «Concertación de la Vigilancia de la Salud con un SPA» que, según la directora de Osalan, Pilar Collantes, «pretende ser una herramienta de apoyo y asesoramiento» para todos los agentes que intervienen en la prevención de riesgos laborales.
Esta nueva guía elaborada por técnicos de la Unidad de Salud Laboral de Osalan propone mejoras fundamentadas en la normativa que regula la vigilancia de la salud de los trabajadores, al objeto de informar a la mediana y pequeña empresa y a sus delegados de prevención sobre las competencias que han de contratarse con un Servicio de Prevención Ajeno.
La guía se dio a conocer hace unos días en un acto en el que el viceconsejero de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno de Lakua, Carlos Zapatero, destacó que la vigilancia de la salud «está sometida a intervalos periódicos de análisis que hay que respetar» tal y como dictamina el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. Así, recordó que desde las autoridades «sólo se acredita a aquellos Servicios de Prevención Ajenos (SPA) que cumplen rigurosamente con los requisitos obligados».
Pilar Collantes insistió en la importancia de informar de los riesgos a los trabajadores. La realidad en este caso es terca, dado que todavía muchas empresas no lo hacen. «Los exámenes de salud además de referirse a una historia clínico-laboral han de describir detalladamente el puesto de trabajo y sus posibles riesgos», afirma Collantes. La directora de Osalan ha apelado a la responsabilidad de las empresas para que no eludan su responsabilidad «por salvaguardar la salud de sus trabajadores, por lo que les ha emplazado a exigir a los servicios de prevención los protocolos específicos para detectar los factores de riesgo a los que esté expuesto el trabajador o la trabajadora».
Según los datos aportados por Osalan, la Inspección Sanitaria derivó de su trabajo de control y seguimiento de la vigilancia de la salud un total de 23 propuestas de sanción el pasado año 2008. Hasta la semana pasada en 2009 los inspectores de la Unidad de Salud Laboral de Osalan han trasladado 16 propuestas de expedientes sancionadores. Cifras muy alejadas del volumen tan elevado de accidentes de trabajo que se producen cada año, que superan los 120.000 en Hego Euskal Herria y de los que más de la mitad son con baja.
En lo que se refiere a datos sobre la cobertura de la vigilancia de la salud de los trabajadores en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, el número de trabajadores tutelados por servicios de prevención autorizados en vigilancia de la salud en el trabajo ascendía a un total de 781.559 personas, siendo en este caso mayor la cobertura de los SPA, con un número total de trabajadores tutelados de 641.826, frente a los 139.733 empleados tutelados por Servicios de Prevención Propios.