GARA > Idatzia > Kirolak> Real Sociedad

SEGUNDA Segunda salida consecutiva con derrota

La revolución de Lasarte para meter más fichajes acaba en caos

El técnico uruguayo introdujo cuatro cambios de jugadores y otros tres de posición y, pese al pésimo planteamiento, su equipo estuvo en el partido hasta el 2-0. A partir de ahí, los realistas se vinieron abajo.

p034_f0154361.jpg

HÉRCULES CLUB FÚTBOL 5

REAL SOCIEDAD 1

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

Martín Lasarte buscó una revolución que no tiene más lógica que la de intentar meter a los fichajes con calzador en una tendencia iniciada ante el Levante que ha llevado a su equipo a perder en las dos últimas salidas. El experimento acabó en caos con una manita que cabe esperar que no haya que lamentar a final de temporada, porque en todos los averages en los que aparezcan los alicantinos la Real va a salir muy mal parada.

Un entrenador se puede obcecar y equivocar en un planteamiento, pero eso no exime de responsabilidad a unos futbolistas que con sus gravísimos errores permitieron al Hércules golear. Porque con el despropósito de Lasarte en la alineación y en los cambios, la Real estaba en el partido hasta que Rivas se dejó robar la cartera en el 2-0.

La Real empezó a perder, como en Valencia, cuando ganó al Numancia y al Salamanca con diez jugadores de Zubieta y ningún fichaje en el once. En lo que debería ser un motivo de orgullo y de satisfacción para el club se buscó un problema. Ya ante el Levante Lasarte empezó a meter con calzador a los fichajes en el segundo tiempo, con un cambio de Bueno por Agirretxe en el descanso que ayer ordenó de inicio. La diferencia entre ambos es mayor que la existente entre Mikel González y Esnaola y, como es normal, uno juega y el otro no. Arriba la Real se permite el lujo de prescindir de su mejor elemento, más importante aún fuera de casa, donde juega mejor, y de utilizar al segundo, Nsue, en las bandas cuando es mejor delantero que Bueno.

Y para no cambiarlo en el descanso sale con dos puntas cuando el propio Lasarte ha admitido que su equipo juega peor así y Agirretxe prefiere moverse solo porque Bueno no tiene mucho talento ni buenos movimientos y estorba para jugar con dos delanteros, tal como se ha visto cada vez que han coincidido los dos en el campo.

Ante el Córdoba, De la Bella volvió a un once en el que no ha hecho méritos para entrar. No tenía que estar ni en la plantilla porque si un jugador de su juventud y calidad técnica está libre tras pasar por las canteras de Espanyol, Villarreal y Sevilla es por algo. Pensar que todos los demás son tontos no es de listos. Sarasola es mejor lateral y la opción de poner ahí a Mikel González para jugar con los tres centrales es más válida.

Fallo de los laterales en el 1-0

Rufete demostró en la jugada del primer gol y en el resto del partido que con De la Bella se puede jugar el balón todo lo que uno quiera. Defiende a más de un metro y desde ahí no se puede recuperar el esférico. Es cierto que en esa jugada Rivas -que también la pifió en el segundo- debió ayudarle, pero un lateral no puede permitir que el rival se dé la vuelta dos veces con el balón. Y el 3-0 fue similar, con la colaboración de Labaka, que también estuvo muy mal en su pérdida del quinto gol.

En el primero, el tercero y el cuarto también falló Mikel González, que puede ser un último recurso para jugar en el lateral derecho si faltan Estrada y Carlos Martínez. No hay mucha diferencia para un central que siempre juega por la izquierda pasar a su lateral, no cambia demasiado las orientaciones que debe tener para cerrar su banda en los centros laterales o al sacar el balón, pero sí es muy diferente pasar a la derecha.

El Hércules estaba con diez en la jugada del 1-0, faltaba su hombre -Sendoa- y no supo cerrar su posición e impedir el buen remate de Tiago Gomes. Con todo lo mal que lo hacía la Real, concedió siete corners en 20 minutos, casi todos por defender mal en las bandas, el Hércules no tuvo una clara ocasión hasta el gol y se tuvieron que juntar muchos errores para que se adelantara. Hasta entonces la oportunidad más clara la había tenido Bueno, que pudo marcar en un remate claro tras un gran servicio de Xabi Prieto.

El 1-0 dejó a los 25 minutos a la Real con un plan B que sólo tenía sentido para defender un marcador. Si está asumido que no se puede atacar bien con Elustondo y Rivas en el doble pivote, con Markel y Rivas menos. Además el de Elgoibar estuvo especialmente desacertado en pases fáciles y era normal cambiarle en el descanso junto a Bueno para recuperar un planteamiento más lógico de medio campo para adelante, porque cuando se gana la principal regla es cambiar lo menos posible.

No puede ser que después de un triunfo en un equipo que es líder sólo repitan posición Bravo, Ansotegi, De la Bella y Xabi Prieto con respecto al encuentro anterior. Debía haber bastado con colocar a Carlos Martínez en vez de Estrada, a Nsue de media punta y, en todo caso, a Labaka de central y a Mikel González en el lateral izquierdo como en Soria para responder al buen juego aéreo de los alicantinos.

Lasarte no quiso hacer el doble cambio que exigía su equipo al descanso para volver a una mínima normalidad y eso provocó que en el centro del campo la Real tuviera problemas. Aranburu necesita tener referencias cercanas, y ante la falta de ellas se lió y en una contra Tote pudo marcar el 2-0. Luego fue Rivas el que no encontró a nadie en el centro del campo, se durmió y perdió el balón y entonces sí lo aprovechó el delantero local.

Ese gol supuso la sentencia para el encuentro. Antes la Real tuvo dos buenas opciones para empatar en remates de Ansotegi y de Agirretxe. Pero no entraron y el único gol lo tuvo que marcar el chaval, Griezmann. Un zurdo que incomprensiblemente salió del once, máxime cuando no había otro jugador que pueda lanzar con un mínimo de garantía las jugadas de estrategia que tan importantes son en Segunda. Jugadores con el discreto golpeo de balón de Aranburu y Xabi Prieto no pueden sacar las faltas o los corners.

Un final inadmisible

Pero con todo el despropósito de la alineación y de los cambios, hasta ese 2-0 la Real estuvo en el partido y ésa es la lectura positiva que se puede sacar. La más negativa es que cuando se pierde un partido por lo menos hay que defender la imagen del club y no encajar semejante goleada, máxime ante un rival directo con lo que puede marcar el average a final de temporada.

Porque Martín Lasarte tampoco estuvo acertado cuando en la rueda de prensa empezó a prepararse para las críticas al decir que asume que los partidos los ganan los jugadores y los pierden los entrenadores. A Lasarte se le ha elogiado mucho con justicia cuando ha ganado su equipo y a los jugadores hay que criticarles en partidos como el de ayer porque sus errores individuales fueron muy graves y múltiples y su final inadmisible.

Pero Lasarte traicionó en Alicante su línea acertada de dar continuidad a un equipo y tocar lo justo en cada partido. Eso es algo que se le ha elogiado al uruguayo como se criticaba a Lillo y por eso se merece ser el principal destinatario de las críticas hoy. Porque ha ido contra su propio estilo. Y lo más grave es que la sensación que se puede tener en las dos últimas salidas es que lo ha hecho arrastrado por esa corriente que veía un problema en que no jugaran los fichajes. Porque tan discutibles es que jugaran dos de ellos ayer y que el tercero lo hiciera donde no debía como que Johnatan estuviera convocado.

Antes de dar la lista el viernes ya estaba claro que Griezmann no iba a jugar y no tiene ningún sentido tener dos interiores izquierdos en la suplencia y a Viguera sin convocar cuando el colombiano no ha salido nunca del banquillo a pesar de que casi siempre se cambia al que juega en ese puesto. Es otro ejemplo más de que Lasarte prioriza a los fichajes. Cuando la Real jugaba sin ninguno sumaba los tres puntos y ayer jugó con tres y no ha sacó ninguno. Los resultados obligan a recordar que cuando se gana hay que tocar lo mínimo, con fichajes o sin ellos.

Lasarte: «Si se gana ganan los jugadores y si se pierde pierde el entrenador, es mi cruz»

Martín Lasarte se preparaba para las críticas cuando dijo tras la goleada que «cuando se gana ganan los jugadores y cuando se pierde pierde el entrenador. Cargaré con esta cruz esta semana. Vamos todos de la mano, participamos todos. Debemos aprender a compartir las cargas positivas y las negativas. Será una semana dura y yo desearía jugar mañana. Tenemos la obligación de sacar muchas cosas de este partido».

Las principales preguntas giraron sobre su revolución y respondió que «en algún cambio no había más remedio e intentamos buscar otra naturaleza al partido. Hay que trabajar mucho para encontrar un once y que jueguen los mismos siempre. Hay que automatizar muchas cosas. Tenemos un equipo muy joven que crece y una derrota como ésta hace madurar más de lo normal. Las modificaciones trataban de buscar respuesta a las bajas y a las dificultades».

Añadió que «el equipo de inicio no comenzó mal, aunque nos faltó juego. Recibimos un gol, pero el partido estaba abierto. Empezamos a hacer cambios para corregir las dificultades y antes del 2-0 tuvimos un par de ocasiones claras. Vino el segundo gol y el equipo perdió el tino y, ante un rival difícil, los errores se pagan y los hemos pagado».

Calificó el resultado de «sorpresivo. No digo que no sea justo, pero el partido hasta un determinado momento estaba parejo con una leve superioridad suya. Pero no conseguimos estar firmes en algunos sectores de un campo que a la Real no se le da bien».GARA

Comida en Alicante y vuelta en autobús

La Real comió en Alicante para subir al autobús y emprender el viaje de vuelta a Zubieta, donde se esperaba la llegada a la 1.30 de la madrugada. Hoy descansarán y mañana a las diez comenzarán a preparar el partido del sábado a las cuatro contra el Recreativo en Anoeta.

Victorias del cadete y del infantil fuera

El primer cadete ganó ayer al Romo por 1-4 y el infantil 0-2 al Orio. El cadete txiki empató con al Lengokoak (1-1) en el tercer partido de la cantera fuera de este fin de semana.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo