La raza de perros japonesa akita es muy especial, hasta el punto de que sus ejemplares están considerados los más fieles, en cuanto extensión de la forma nipona de ser de sus dueños. El cine japonés le dedicó su clásico «Hachiko monogatari», realizado en 1987 por Seijirô Kôyama y escrito por el maestro Kaneto Shindô. La película estaba basada en una historia real sobre un perro akita que siguió esperando a su amo todos los días, aunque éste había muerto, hasta su propio fallecimiento. Visto el buen rendimiento que están dando en Hollywood las producciones protagonizadas por mascotas animales el oportuno remake norteamericano estaba más que cantado, y por suerte ha sido el sueco Lasse Hallström el encargado de realizarlo con su habitual sensibilidad para las historias de amistad. En «Siempre a tu lado, Hachiko», da en la clave de las razones por las que la gente confía en los animales de compañía, incluso llegando a preferirlos a sus semejantes humanos.

Para el protagonista, interpretado por un Richard Gere en estado de gracia, el hallazgo del perro abandonado es una revelación, un antídoto contra la soledad, y ante todo, un nuevo aliciente en medio de una rutinaria existencia.