Las detenciones complican la situación del «Alakrana»
El ultimátum de los piratas y la cerrazón de Madrid cercan a los marineros del «Alakrana»
Los piratas que mantienen secuestrado el «Alakrana» desembarcaron a tres de los pescadores y amenazaron con matarlos si en un plazo de tres días las autoridades españolas no liberan a los dos somalíes detenidos. Tripulantes y familiares aseguraron que ese es el único obstáculo que queda para la liberación y exigieron al Gobierno que «deje de mentir».
GARA | GASTEIZ
«Si dentro de tres días no han movido a esos dos que están en España matarán a estos tres y luego irán a por otros tres y así asta el final». El patrón del atunero «Alakrana», Ricardo Blach, confirmó en una entrevista en Radio Euskadi las amenazas que los familiares de la tripulación ya habían anunciado unas horas antes, cuando relataron que los piratas habían desembarcado a tres de los tripulantes, -un vasco y dos gallegos-. Los propios tripulantes comunicaron por teléfono a sus familias la gravedad de la situación.
El patrón del atunero secuestrado hace más de un mes en el Océano Índico añadió que «por el dinero ellos no tienen problema. Eso está solucionado. Lo que quieren es que vengan esos dos», en referencia a los piratas encarcelados por las autoridades españolas. «Si no, no sé que va a pasar», añadió.
En cuanto a la situación a bordo, relató que se encuentran 30 piratas y 36 tripulantes y que se está acabando el agua, pero «a ellos les da igual. Creo que prefieren que se acabe cuanto antes para presionar más»
La tensión aumentó aún más cuando los piratas dispararon hacia proa y lanzar dos granadas al agua, en dirección a la fragata española que vigila de cerca. «Cada vez están más nerviosos-indicó Blach-andan drogados todo el día y se pelean entre ellos». Mantienen al patrón y al capitán Iker Galbarritu en cubierta todo el día mientras el resto de la tripulación se encuentra abajo. Tanto los tripulantes en sus comunicaciones como los familiares que intervinieron en distintas emisoras de radio coincidieron en exigir al Gobierno español que, mientras tanto, pedía tranquilidad, que «deje de mentir». «Que trabaje algo y por lo menos que diga la verdad» insistió el patrón.
Acusan al Gobierno español
María Ángeles Jiménez, esposa del arrantzale Gaizka Iturbe confirmó que la empresa armadora, Echebastar Fleet, «no ha puesto ninguna traba económica» para solucionar el secuestro y que es el Gobierno español «el que no hace su trabajo» para conseguir la liberación. Iturbe, según el relato de su mujer, afirmó que «esto es grave» porque el Gobierno no está atendiendo la principal petición de los piratas, la liberación de sus dos compañeros encarcelados en España, formulada desde hace días, y que a partir de ahora desembarcarían cada día a un tripulante hasta que sean liberados.
«Las familias hemos comprobado que el Gobierno nos miente, nos han cerrado la boca en todo momento amenazándonos con que entorpecíamos las negociaciones y diciendo que era sólo cuestión de dinero», criticó María Ángeles Jiménez.
«A mí me telefoneó una persona de Madrid y me dijo que me estuviera calladita, que estaba entorpeciendo las negociaciones. Eso era una amenaza velada porque me dijo 'yo no te he llamado'». También acusó al Ejecutivo de no haber informado a las familias cuando sabía que la negociación estaba en crisis y destacó que «han tenido que ser nuestros maridos los que han tenido que dar la voz de alarma».
Dijo que los tripulantes del «Alakrana» están hundidos y añadió que «no queremos víctimas para enarbolarlas, ni medallitas, ni una banderita española y una pensión de viudas, queremos a nuestros maridos de vuelta y vivos».
Cristina, la hija del patrón, Ricardo Blach, consideró que «algún resquicio legal» puede existir para poder extraditar a Kenia a los dos piratas detenidos, porque «tenerlos aquí» da la oportunidad a los secuestradores de utilizarlos para presionar en las negociaciones.
En declaraciones a Radio Euskadi, dijo no saber «nada de juicios, sumarios o instrucciones, ni de cómo es el proceso. Lo único que sé es que si la operación Atalanta tiene la posibilidad de entregar a los apresados a Kenia, a lo mejor ésa es la vía. Hace poco, Francia cogió unos piratas y los dejó en Seychelles, y nosotros mismos, en una operación, los entregamos en Kenia».
Enfadados y asustados
La hija del patrón del atunero vasco aseguró que el de ayer fue «el peor de los días que hemos pasado», al recibir las llamadas de sus familiares «destrozados» y tras 19 días sin comunicaciones, pidiéndoles «que presionemos desde aquí, porque ellos no pueden hacer nada».
«Lo que nos tiene ahora enfadados, aparte de asustados, es que se nos negó por activa y por pasiva que en la mesa de negociaciones estuviese la posibilidad de mandar a los dos piratas que están aquí de vuelta a Somalia o extraditarlos a Kenia. Siempre nos dijeron que eso estaba fuera de toda negociación, que en ningún momento lo habían pedido, pero hoy, cuando le he escuchado decir a mi padre que ésa era la razón por la que no avanzaban las negociaciones, me he disgustado doblemente. La condición está en la mesa desde el primer minuto», afirmó Cristina Blach.
El alcalde de Bermeo, Xabier Legarreta, afirmó que «la prioridad para todos es que nuestros arrantzales vuelvan a casa», por lo que insistió en que «es momento de trabajar».
Legarreta se pronunció de esta manera al término de la reunión que mantuvieron esta tarde los alcaldes de los seis municipios vascos que cuentan con tripulación en el pesquero con los responsables de Lakua.
Tanto los tripulantes en sus llamadas telefónicas como los familiares aseguraron que no existen obstáculos económicos sobre el rescate y pidieron al Gobierno español que deje de mentir.
LAB exigió la inmediata retirada de los barcos que faenan en el entorno de Somalia hasta que se den las condiciones necesarias para que conflictos como el del Alakrana no se vuelvan a repetir y pidió a los arrantzales que no realicen trabajos en la mar.
El lehendakari, Patxi López, solicitó ayer a las autoridades judiciales que estudien la posibilidad de que los dos somalíes detenidos sean devueltos a su país de origen o a algún otro de la zona, como Kenia, para que sean juzgados allí. López hizo esta declaración al término de la reunión urgente con la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, y los consejeros de Pesca, Pilar Unzalu, y de Interior, Rodolfo Ares, entre otros. López pidió que, «dentro de la más absoluta legalidad», se pueda facilitar la liberación, que «no se haga nada que ponga en riesgo a la tripulación.
En cambio, el ministerio de Defensa no se cree las amenazas de muerte de los secuestradores del «Alakrana»porque los piratas «nunca han actuado de esa manera« y aseguró que lo que buscan es únicamente dinero. A su juicio, actuarán como en el caso del mercante alemán «Hansa Stavengeer» liberado el pasado 3 de agosto tras cuatro meses de secuestro y en el que llevaron a tierra a varios tripulantes para aumentar el importe del rescate. La Ministra de Defensa, Carme Chacón, afirmó que el Gobierno conoce «exactamente» dónde están los tres tripulantes del pesquero que fueron desembarcados y que «están bien». Añadió que «están abiertas todas las opciones» en el plano político, diplomático, de inteligencia y militar, para lograr la liberación, aunque eludió opinar sobre la petición de liberar a los dos detenidos en la Audiencia Nacional. Pese a que quiso restar gravedad a la situación, las amenazas motivaron la reunión de la Comisión de Coordinación, que reúne a la vicepresidenta al ministro de Asuntos Exteriores, al jefe del Estado Mayor de la Defensa y al director del CNI. Por su parte, la Audiencia Nacional consideró «muy complicado» que los dos detenidos pudieran ser trasladados y puestos a disposición de la Justicia de Kenia tras el auto que establecía que el caso debe ser juzgado por los tribunales españoles. La única posibilidad pasaría por que el juez Pedraz dictara una declinatoria de jurisdicción a solicitud de alguna de las partes personadas en el proceso, aunque duda de que pudiera prosperar porque podría interpretarse como «una cesión a los secuestradores».GARA