PRIMERA ENCUESTA DEL PARLAMENTO NAVARRO DESDE 2006
El navarrómetro deja bloqueo en el mapa y suspensos a partidos
La primera encuesta encargada por el Parlamento navarro desde 2006 -el llamado navarrómetro- ha deparado una fotografía casi calcada a la de los pasados comicios y que confirma el bloqueo en el mapa navarro. Así las cosas, llama más la atención el varapalo general a los partidos e instituciones navarras, que pierden muchos puntos en estos tres años.
Ramón SOLA | IRUÑEA
Al contrario de lo que ocurre en otros puntos de Euskal Herria o del Estado, la publicación del llamado navarrómetro supone todo un acontecimiento de referencia para partidos e instituciones navarras. En esta ocasión había dos motivos extras de expectación. Por un lado, el Parlamento no había realizado esta encuesta desde 2006, hace ya más de tres años. Por otro, los movimientos producidos en los últimos meses hacían prever la posibilidad de cambios sustanciales en el mapa navarro. Sin embargo, el resultado final apenas ha deparado novedades respecto a la fotografía que dejaron las elecciones de junio de 2007. Y ademas, las novedades producidas desde entonces dejan resultados previsibles: el PP se llevaría cinco de los escaños de UPN tras la ruptura, y CDN desaparecería del Parlamento después de ser expulsado del Gobierno navarro. PSN e IUN mantendrían sus escaños, y Nafarroa Bai subiría uno. Sobra decir que no se pregunta por la izquierda abertzale.
Constatada la falta de noticias relevantes en torno al reparto de fuerzas, el estudio de Cies sí es contundente en la constatación del desplome de la credibilidad de partidos e instituciones. De hecho, ésta fue la noticia de la presentación. La presidenta del Parlamento, Elena Torres, admitió que las formaciones políticas «deberán hacer una reflexión interna importante», aunque matizó al mismo tiempo que cree que el resultado del sondeo está condicionado por el momento «muy complicado» en lo económico y «poco favorable» en lo político.
Desplome de la valoración
Todos los indicadores de valoración de la situación empeoran de modo claro respecto a los existentes en el anterior sondeo de 2006, que se realizó en un momento de aparente bonanza económica y en medio de un proceso de negociación para la resolución del conflicto político que levantó muchas expectativas entre la ciudadanía.
Así, frente al 28% que hablaba entonces de situación política «muy buena o buena», ahora sólo sostiene lo mismo el 20%. Únicamente el 8% de los encuestados creen que ha mejorado en estos tres años, frente al 40% que opina lo contrario. La tendencia al pesimismo, además, resulta notable. Son más quienes piensan que va a seguir torciéndose que quienes con- fían en escenarios más positivos en el futuro próximo.
En el ámbito económico, el derrumbe de la percepción es total: en 2006, un 58% de la ciudadanía navarra calificó la situación económica navarra de muy buena o buena, mientras sólo el 12% la veía mala o muy mala. En 2009, sólo el 28% sostiene ya la primera opinión. Para un 71% es regular, mala o muy mala. También aquí sólo el 21% espera que mejorará. Para el 31% empeorará aún más y para el 41% va a seguir igual. Por sectores, no pasan del 9% quienes definen la situación del empleo como buena o muy buena (en el año 2006 era el 37%).
Obviamente, en paralelo, el paro se confirma como la gran preocupación. Si entonces sólo era la mayor inquietud para el 18% de los encuestados, ahora lo es para el 61%, muy por encima del «terrorismo de ETA» (35%), «los problemas económicos» (32%), la violencia de género o la vivienda (18%).
La valoración de la actuación del Parlamento y el Gobierno ante «los problemas de los ciudadanos» también cae varios puntos. Y, en concreto, el 59% afirma que el Ejecutivo de Miguel Sanz está afrontando la crisis «mal o muy mal», aunque la crítica se dispara aún más si se pregunta por el de José Luis Rodríguez Zapatero (sube al 79%).
Con todo, resulta más significativo aún el aumento de la desafección a los partidos navarros y sus líderes. Ni uno solo aprueba. Las mejores notas son respectivamente para Yolanda Barcina (4,6) y su partido, UPN (4,4). La mayoría únicamente logran un aprobado justo cuando son sometidos al dictamen de sus propios electorados: en este caso sólo Barcina llega al notable (7,3). Roberto Jiménez se gana un 5,9 de los votantes del PSN, y Patxi Zabaleta sólo un 5,7 de los de NaBai.
En consonancia con ello, llega el dato más contundente. Si en 2006 el 69% se declaraba convencido de que iría a votar, ahora sólo lo tiene claro el 57%, doce puntos menos. El motivo principal es que «no me convence ningún partido» (38%).
El actual estatus pierde terreno
Con todo, la parte más morbosa de este navarrómetro, en el que se han realizado 1.500 encuestas, es la estimación de la intención de voto. El resultado resulta prácticamente irrelevante, ya que reproduce los resultados de 2007. La única novedad es la lógica aparición del PP, como cuarta fuerza y con una previsión del 9,2% de los sufragios, que se traduciría en cinco escaños. El bloque de la derecha merma un poco con los cambios, ya que UPN perdería cuatro y CDN los dos que logró.
Otro tanto ocurre con PSN y Nafarroa Bai. Si las elecciones fueran en este mismo momento, el PSN tendría una ligera ventaja, pero otros indicadores del sondeo la matizan y se establece como conclusión que NaBai llegaría a trece escaños (uno más que ahora), mientras el partido de Roberto Jiménez retendría los doce de 2007, todo un éxito teniendo en cuenta su trayectoria desde entonces. Algo similar cabe decir de IUN, que seguiría en el Parlamento con sus dos escaños actuales.
La mala noticia para las perspectivas de Nafarroa Bai llega en la siguiente pregunta. Se ha venido abajo la confianza social en un gobierno alternativo como el que negoció en verano de 2007: si en 2006 era un 26% quien prefería esta fórmula, a día de hoy sólo lo hace el 14%. Otro 11% se decanta por la opción de un gobierno NaBai-IUN, lo que evidencia es que existe muy poca fe en que el PSN se involucre en una fórmula de este tipo tras el «plantón» de Ferraz en agosto de 2007. La fórmula de coalición más deseada es otra, y con gran diferencia: UPN-PSN-CDN.
En cuanto a la valoración sobre el estatus actual de Nafarroa, baja cuatro puntos (del 75 al 71) el porcentaje de quienes están «de acuerdo» o «muy de acuerdo» con él. En paralelo, sube tres puntos la cuota de quienes se declaran «partidarios de la unión de la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra». Se trata de una pregunta basada en la cuestionada Disposición Transitoria Cuarta y que no ofrece ninguna otra opción de articulación territorial como respuesta.
La encuesta concluye que el PP «rascaría» a UPN cinco de sus escaños. Son dos menos de los que preveía una reciente encuesta interna del partido de Yolanda Barcina. UPN perdería cuatro y engulliría a CDN.
En 2006 la fórmula de coalición que más adeptos tenía era NaBai-PSN-IUN (26%). Tras el «agostazo» de 2007, ahora sólo apuesta por ella el 14%. Se impone con claridad la opción UPN-PSN-CDN (19%).
En su primera valoración de ayer, Nafarroa Bai destacó su porcentaje de voto joven. Es el más apoyado en el tramo de 18 a 24 años, con nueve puntos más que UPN y PSN (32 frente a 23).
Las diferencias por zonas siguen siendo enormes. Así, NaBai sólo tiene un 8% de estimación de voto en Erribera frente al 39% del PSN, que vence incluso a UPN en esta zona (38%).