Lugo destituye a la cúpula militar en Paraguay por temor a ser derrocado
GARA |
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, despidió ayer al más alto responsable de las Fuerzas Armadas, dos días después de haber relevado a los jefes de las tres fuerzas (Tierra, Mar y Aire) en medio de rumores de «golpe de Estado».
El presidente de izquierda, cuya gestión se ha puesto en duda desde diversos sectores reemplazó al jefe de la Defensa, el contraalmirante Cibar Martínez por uno de sus hombres de confianza, el ex comandante del Ejército Juan Óscar Velázquez , según un comunicado del Ejecutivo de Lugo en el que no se detallaban los motivos de la decisión.
«Estas decisiones son tomadas para dar oportunidades a otros», habría asegurado Lugo, según informaciones del diario paraguayo «ABC», que citaba fuentes oficiales.
Fernando Lugo, que fue elegido presidente en el año 2008 tras décadas de dictadura militar (1954-1989) y Gobierno conservador, afirmó el pasado martes que «algunos pequeños grupos de soldados que pueden ser utilizados por la oposición política».
Críticas de la derecha
La derecha paraguaya acusa al ex obispo de escasa experiencia, mala administración y falta de respuesta ante la ola de raptos y robos que sacudió al país. También criticaron al entorno del presidente por «acercarse demasiado» a Hugo Chávez.
El presidente venezolano acusó, el pasado 17 de octubre, a varios sectores opositores de «preparar un golpe de Estado» contra Fernando Lugo.
Los «extremistas» -afirmó- querían aprovechar un rearme de Bolivia, con quien Paraguay libró una guerra entre 1933 y 1935, una de las más mortíferas de la región en el siglo XX.
«Nadie en el Ejército tiene la intención de perpetrar un golpe de Estado», denunció el jefe del Estado Mayor tras la destitución de los jefes de los tres ejércitos bajo su mando.
«Es una humillación, una falta de respeto. Les dicen que son conspiradores. Ellos no merecen ser tratados como lo hizo el presidente Lugo», declaró, por su parte, el ex comandante Bernardino Soto, retirado en 2008 y hoy activista del opositor Partido Colorado.
La decisión de Lugo llegó pocos días después de que la oposición asegurara tener las dos terceras partes de la mayoría en el Parlamento por las nuevas alianzas, lo que se abriría una posibilidad para destituir al presidente paraguayo.
El analista político Mario Elizeche apuntó que quien pretende derrocar a Lugo es «el mismo grupo que tumbó al presidente Raúl Cubas en 1999. Es el stroessnerismo [por el ex dictador Alfredo Stroessner] envenenado que no termina de irse». Además, Lugo «tiene toda la facultad de hacer los cambios que considere necesarios para la buena marcha del Gobierno», indicó.
Paraguay, uno de los países más pobres del Cono Sur, ha experimentado desde el retorno a la democracia (1989) un intento de golpe en 1996 y la ejecución de un vicepresidente en 1999.