Con motivo del inicio del curso, representantes de Elkartzen dieron ayer una rueda de prensa en Gasteiz en la que exigieron a las instituciones que se permita a los ciudadanos y ciudadanas la participación en la confección de las cuentas públicas del próximo ejercicio, «para garantizar los derechos sociales de todas las personas a través de un reparto justo de la riqueza». «Si queremos atajar las situaciones de pobreza y precariedad que se multiplican en Euskal Herria es necesario impulsar una fiscalidad progresiva a los ingresos para que, posteriormente, y mediante unos presupuestos participativos, se dé un reparto más justo de la riqueza», apuntaron.

Desde Elkartzen, en este contexto, quisieron destacar la importancia que tiene asegurar a toda la población unos ingresos por encima del umbral de la pobreza. «Creemos que 2010 va a ser realmente dramático en este sentido», advirtieron.

A este respecto, auguraron que «muchas personas en situación de ERE van a ver cómo en sucesivos expedientes han agotado el paro y cómo tampoco encuentran empleo; muchas otras van a ver cómo se le recortan las prestaciones y seguramente se vuelva a proponer una revisión de las pensiones». Por este motivo, «en beneficio de la justicia y la cohesión social», consideraron «vital» asegurar a toda la población unos ingresos mínimos.

Empobrecimiento

En la rueda de prensa también hicieron balance de la situación socioeconómica general, en la que «el capitalismo está produciendo un proceso de empobrecimiento en cada vez más amplios sectores de la población», una realidad que, tal como apuntaron, no es exclusiva de países «no desarrollados», ya que en la Unión Europea «más de 80 millones de personas están por debajo del umbral de la pobreza».

En Euskal Herria, según indicaron, son más de 900.000 las personas que no alcanzan ese mínimo de supervivencia, y además la situación «se está agravando» a causa de la crisis económica. «Hace un año se ocultaba la crisis, y ésta, como el propio sistema capitalista, es consecuencia de decisiones previamente planificadas fuera de las urnas en beneificio exclusivo de una élite económica», denunciaron.