El Real Unión se encuentra en la cúspide de la actual temporada -lo demostró ante el Celta firmando el mejor encuentro hasta ahora-, algo que quiere refrendarlo en el Martínez Valero ante un enemigo que también va embalado, pues encadena dos triunfos y otros tantos empates desde que Pepe Bordalás se hiciera con la dirección del conjunto ilicitano.

Las buenas sensaciones que dejaron a nivel sobre todo defensivo los de Iñaki Alonso ante la escuadra gallega han traído consigo que el técnico unionista se plantee repetir alineación por segunda vez en esta temporada, manteniendo en el doble pivote a dos jugadores de contención como Beobide y Markel Robles.

La parada técnica que realizó la expedición guipuzcoana -se entrenaron en tierras valencianas antes de llegar a Elche- confirmó las intenciones de Alonso, quien confía plenamente en ese entramado de retaguardia, que deberá hilar muy fino ante las intenciones de su rival, que no son otras que las de presionar muy arriba la pelota.

Cuarteto inédito

Mantener este esquema no significa que los irundarras vayan a plantear un envite encerrados atrás. Justamente todo lo contrario, ya que por delante de esa línea de seis hombres de freno, se van a reunir cuatro hombres muy ofensivos, como es el caso de Domínguez, Abasolo, Goikoetxea y Brit. Será un cuarteto inédito hasta ahora lejos del Stadium Gal, lo que da una idea de las intenciones del durangarra.

Sumar un triunfo fuera de casa -sería el segundo de la presente campaña- supondría dar un salto muy importante en la clasificación, que permitiría colocarse cerca de la zona media. No será tarea fácil, sobre todo porque el Elche parece haber cogido la buena ola con la llegada de su nuevo míster. Bordalás volverá a contar con Ximo Navarro para el lateral derecho y Santos recuperará la titularidad en la banda izquierda.